Por Fernando Clavero
La Habana.- Hace una semana, luego de una larga y tediosa reunión en el Salón Adolfo Luque del estadio Latinoamericano, los periodistas asistentes (todos del oficialismo, entre ellos Oscar Sánchez, el subdirector de Granma) se fueron convencidos de que los horarios de la temporada de béisbol incluirían partidos de noche. AL menos eso dijeron.
Es cierto que la papa sin sal de Roberto Ramírez, jefe de Prensa y Propaganda del INDER, dejó claro que todo iba a depender de la situación del país. Esa frase, “la situación del país”, se repitió en varias oportunidades, en esos adoctrinamientos a que son sometidos los periodistas que hacen cobertura del béisbol.
Bueno, pues menos de una semana después la situación del país cambió, al parecer de manera drástica, porque los dirigentes comunicaron que no habrá partidos nocturnos en ningún lugar y que todas las fechas se jugarán en las tardes.
Eso recuerda los años noventa, cuando se jugaba, incluso, a las 10.00 de la mañana en muchos parques del país.
La decisión genera muchas interrogantes, entre ellas aquella sobre el objetivo de un torneo que no puede ver el que trabaja o estudia. ¿Pan y circo? Pues pan no hay y circo tampoco, o al menos los pocos que trabajan en Cuba no tendrán circo.
Sabido es que la Serie Nacional no le interesa a nadie. Que hace mucho tiempo es un campeonato más, donde juegan algunos imberbes sin talento y ancianos ilustres, cuya vida como peloteros desde hace rato debió haber finalizado y que siguen ahí, rompiendo marcas de algunos que sí jugaron a plenitud.
Para esta temporada regresó al país Alexei Ramírez, quien, por cierto, bateó dos dobles y un cuadrangular en tres turnos en su debut con Pinar del Río. Y ahí siguen Frederich Cepeda o Danel Castro, agregando cifras que podrían hacer pensar a cualquiera que están en óptima forma, y solo juegan porque el nivel es tan bajo que podrían mantenerse hasta los 50 años, incluso.
Pero hay más, con la Isla de la Juventud volvió a escena muchos años después, Oscar Jacomino, un pitcher de 45 años que dejó el béisbol hace nueve temporadas.
Eso deja alguna pregunta, entre ellas cuáles son los motivos por los que vuelve: Porqur se ha preparado tan bien que ha recuperado su tono físico, o porque tiene un físico espectacular que le permite mantenerse en forma.
No. Ni una ni otra cosa. Regresa porque no hay peloteros, porque la serie no sirve, porque el béisbol está en crisis, en una crisis similar a la de la economía, o a la de todos los indicadores del país. Cuba está en crisis y no hay más que decir. Por eso se jugará de día, y por esa misma razón entran en escena peloteros que no jugarían en ningún torneo serio del mismo.
