Por Edmundo Dantés Junior ()
La Habana.- ÇCómo puede ser que ustedes, autoridades del Ministerio de Salud (MINSAP), van a sancionar a la enfermera que tomó fotos y el vídeo de la anciana que llegó viva y cubierta de bichos al Hospital La Dependiente, el Clínico Quirúrgico Diez de Octubre, y no a los culpables?
A la enfermera. Por mostrar ese terrible hecho.
Pues sí, sabemos que ustedes, o gente mandada por ustedes, el sábado 24 de febrero llegaron al hospital y, junto a directivos del centro, entrevistaron por separado a cada uno de los que estaba de guardia el día de los hechos. Revisaron sus teléfonos, no encontraron evidencias de la filtración y recurrieron a los interrogatorios e intimidaciones, como siempre.
A raíz de eso, un integrante del equipo de guardia chivateó a la enfermera que tomó las fotos y el vídeo.
Pero ya todo dejaba mucho que desear. No se preocuparon de porqué, ni tampoco sancionaron a los que dejaron a la anciana ponerse en ese estado. Eso a ustedes no les interesa.
No, no, lo importante para ustedes es sancionar a la persona que señaló el delito, la persona que lo mostró a todos… ¿En serio?
Sí, ya todos vimos el falso comunicado que publicaron, donde aseguran que “lo que muestran en la imagen no son hormigas, sino parte de las lesiones (costras) producidas por la hiperqueratosis”, pero todos vimos el vídeo, vimos a los gusanos moverse por su cara, por sus oídos, vimos a los bichos en la sábana… Y ustedes dicen que «no se movían», «son costras». ¿Entonces para qué sancionar?
Tampoco la nota oficial hace referencia a los otros dos ancianos que llegaron al hospital junto a la anciana, como ustedes saben en situación similar: se pusieron aislados en el mismo cuarto. Los tres presentaban una severa deshidratación y malnutrición y fallecieron el mismo día, estaban comidos por bichos. Eso a ustedes no les interesa.
Según explicaron los hechos sucedieron así:
Los tres ancianos (dos hombres y una mujer) arribaron a La Dependiente el lunes 19 de febrero. Fueron trasladados en ambulancias, acompañados del personal, «cuidadores» del hogar de ancianos donde vivían.
Inmediatamente, fueron ingresados en una sala de terapia intensiva. Tenían condiciones similares los tres casos, pero la anciana de la que se filtró el vídeo y las fotos, era la más grave; tenía tanta deshidratación que fue imposible canalizarle una vena o realizar cualquier acción para hidratarla.
Viva, se sacudía intentando quitarse los bichos, gusanos, que tenía en su cara, oídos, se veían a través y sobre la piel. Se le dieron alrededor de tres baños completos incluidos enjuagues de la boca y salían gusanos por la boca y los oídos; mientras más baños le daban era peor.
Pero eso no es importante para ustedes, el Ministerio de Salud.
Al verlos en ese estado tan terrible, el equipo de guardia llamó a la directora del hospital porque no existe mecanismo (policial o legal) para hacer ese tipo de denuncias.
La dirección del hospital se comunicó con ustedes, con el MINSAP, y entonces sus funcionarios fueron al lugar, pero en vez de averiguar sobre los hechos, se concentraron en revisar que el equipo de guardia no hubiera tirado fotos.
Uno de los médicos del personal de guardia, muy indignado, le dijo a los cuidadores del hogar de ancianos que ellos eran los culpables, que eran unos asesin0s por dejar que tres personas murieran comidas por bichos. Ellos le respondieron, cínicamente, que «se habían contaminado durante el traslado al hospital». O sea en la ambulancia.
Por supuesto los ancianos murieron. Ni un pésame ustedes dieron, no les importa.
¿Hasta cuándo se va a acusar a los que señalan lo que está mal en lugar de a los que hacen las cosas mal? Y más algo tan inhumano como esto.
¿Hasta cuándo desde las más altas esferas se van a encubrir, y mentir sobre estas cosas obvias para todos? Un premio deberían darle a la enfermera. ¡Un premio!
Esos ancianos y los demás que siguen ahí, y en otros lugares donde pasan cosas similares no merecen ser tratados como si no fueran seres humanos. Y lo que es peor, cuando se sabe del hecho no hay ninguna forma de garantizarle su seguridad, bienestar, ni tampoco a los que los tratan… Porque es «más importante» que nadie se entere que están así», en lugar de evitar que estén así.
A nosotros sí nos importa, son nuestros ancianos, nuestros padres. Nuestra historia.
¿Cuándo, en todos los ámbitos se van a señalar los verdaderos culpables?
¿Cuándo ustedes van a pagar?
