Por Yoel Arias Hernández ()
La Habana.- Seguramente, los de mi generación recordarán la superproducción rumana de 1967 «Los Dacios» (DACII) del director Sergiu Nicolaescu, de quien vimos también otras grandes producciones rumanas como La Cruzadas etc.
Yo vi Los Dacios en más de una ocasión: cuando la pusieron, creo, en el cine Acapulco, o en El Pinero, donde las colas y las moloteras eran inmensas. Eran los tiempos en que la ‘ofensiva revolucionaria’ hacia estragos, pero al menos había guarapo, habían Tropikin, Fruticuba y pan con timba y ‘el pueblo combatiente’, muchos aburridos de tanto: «Uno, dos tres y cuatro, comiendo mierda y rompiendo zapatos», quería de manera enardecida, entrar al cine.
Esta cinta socialista estuvo protagonizada por el actor francés Pierre Brice, a quien vimos en la película alemana del oeste Apanachi». El espectacular filme rumano nos narra la lucha de los Dacios, los primeros rumanos, contra las legiones romanas.
El emperador romano Domiciano y el comandante de las legiones romanas en la Dacia, Furio, quieren el sometimiento total del país, mientras el senador Ezio prefiere la alianza. El asesinato de Ezio por un soldado de Decébalo, rey de los dacios, sirve de justificación para que Roma decida una represión armada.
Rodada en 70mm y en grandes escenarios naturales, nada tenía que envidiarle a las grandes producciones de Holywood como Creopatra, Los Vikingos o Ben Hur.
