ESPERANDO EN EL PORTAL DEL PAQUETERO

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Por Jorge Bacallao Guerra ()

Como cada sábado alterno, para no ser desleal a la costumbre, dejo mi texto de hoy en La Joven Cuba con ilustración de Brady Izquierdo.

La Habana.- Hace par de días llegué al portal del copiador del paquete, pedí el último y me senté. El local estaba desbordado de personajes pintorescos: un papá con su niña de 8 años, un anciano excombatiente, un señor de camisa de hilo y una señora en bata de casa y chancletas, además del copiador del paquete, a quien me voy a referir como el paquetero, pasado de peso y exhibiendo una peluda pulgada de división de las nalgas, como si fuese mecánico o plomero.

Señor de la camisa de hilo: Estoy buscando películas de terror viejas. Clásicos. Te voy diciendo. Por ejemplo, La cosa.

Paquetero: ¿La cosa está buena?

Señor de la camisa de hilo: De primer nivel. Buenísima.

Señora de las chancletas: Será como película, porque si es la cosa como situación actual, está de tranca.

Excombatiente: La gente se queja y se queja, sin darse cuenta de los esfuerzos que está haciendo la dirección del país.

Señora de las chancletas: Pues mira, que se esfuercen más, que el barco de pollo que era para diciembre llegó en enero. Vamos a ver cuándo llega el próximo.

Excombatiente: Ahí está el problema, que usted está pensando en el pollo que usted se va a comer y la dirección del país tiene que pensar en el pollo de todos nosotros.

Paquetero: Caballero, por favor, no se pongan a hablar de política, que me ponen malo esto. Mi viejo, puede ir para la casa que lo suyo se demora, porque son todos los capítulos de Tras la Huella.

Excombatiente: No, deja, yo me quedo, que me gusta estar al tanto de lo que habla la gente.

Papá de la niña: Broder, ¿tú puedes cambiar la música esa?

Paquetero: ¿Qué pasa? ¿No te gusta el reguetón?

Papá de la niña: No, no me gusta, pero no es eso. Es que esa canción está un poco fuerte, y tengo a la niña aquí.

Señora de las chancletas: ¿Fuerte esa? ¿La de Bebeshito? Esa está suave. ¿Usted no ha oído la de la cinturita?

Paquetero: Esa la tengo aquí también. ¿Quieres que la ponga? Mi socio, sígueme diciendo títulos de películas de terror.

Papá: No, no, no. No hace falta. Y si puedes quitar esta, mejor.

Paquetero: Yo te la quito, pero esta canción no tiene nada.

Niña: Papá, ¿qué quiere decir «ella está para darle hacha»?

Señor de la camisa de hilo: Ahora que la niña dice hacha, ponme El Resplandor, esa donde Jack Nicholson se vuelve loco en un hotel.

Señora de las chancletas: Bueno, si se volvió loco en un hotel, ¿cómo se pondría si se pasa una semana en mi pasillo cargando agua? ¡Le ronca que esta gente se piense que uno puede vivir sin agua!

Excombatiente: Esa gente no, los compañeros de la dirección del país. Y por si usted no lo sabe, tienen problemas igual que usted y que yo. Y se les va el agua y se les va la luz, igual que a nosotros.

Paquetero: Familia, no me hablen de política. Por favor.

Niña: Papá, ¿qué quiere decir que ella está para darle hacha?

Papá: Nada, mi vida, es en sentido figurado. Es una canción para denunciar la tala indiscriminada.

Niña: ¿Porque aumenta el efecto del cambio climático?

Papá: Anjá.

Señora de las chancletas: No, hombre, no. ¡Qué cambio climático de qué! Mi niña, darle hacha es darle amor.

Papá: Oiga, señora, no esté hablando de esos temas con la niña.

Señora de las chancletas: Oye, pero aquí no se puede hablar de nada. Voy a tener que montarme en una nave espacial.

Señor de la camisa de hilo: Mira, ahora que ella dice nave espacial, ponme Alien. Si quieres ve atendiendo a otras personas, mientras yo sigo haciendo memoria.

Papá: A ver, mi vida, ¿cuál es la que tú querías?

Niña: Yo quiero Mulán.

Paquetero: Bueno, aquí tengo dos Mulán, una de muñequitos y otra con personas.

Señora de las chancletas: Y hay una tercera, Mulan Ruch, que es musical.

Niña: Yo las quiero las tres.

Papá: Pónselas las tres. ¿Cuánto es?

Paquetero: Son 25 pesos por película. Porque están en HD.

Señora de las chancletas: ¿25 por película? Tú estás loco.

Señor de la camisa de hilo: Ahora que ella dice loco, ponme Psicosis.

Excombatiente: Le voy a decir una cosa, yo valoro su trabajo, pero a usted la dirección del país le debería topar los precios.

Paquetero: Me busco otro trabajo. Tengo que subirle el precio porque el tipo de la cebolla se lo sube, la corriente va a subir, y sin ir más lejos, ¿tú sabes cuánto le pagué al taxista hoy para venir a trabajar?

Papá: Te considero, hermano, el problema del transporte está violento. Yo sé que tú no quieres hablar de política, pero la verdad hay que decirla. En 65 años aquí no se ha logrado resolver el problema del transporte.

Señora de las chancletas: ¡Error! Hace 65 años, aquí en Cuba, no había problemas de transporte.

Excombatiente: Porque éramos menos personas. Pero en aquella época, en el gobierno de Batista, te mataban. Era una pesadilla.

Señor de la camisa de hilo: Mira, agrégame ahí Pesadillas en la calle Elm.

Señora de las chancletas: En el gobierno de Batista te mataban, pero ahora no te dejan vivir.

Paquetero: Señores, está bueno ya por favor, vamos a dejar el tema de la política. Quédense tranquilos ya, vamos a esperar que se terminen las copias. A ver, señora, no caliente más esto. ¿Qué es lo que va a copiar usted?

Señora de las chancletas: Amar sin palabras. Lo mío son las novelas turcas. Ahí sí hay hombres, no lo que tú te encuentras aquí por la calle. Ponme todo lo que tengas ahí, para desintoxicarme de la televisión cubana.

De pronto, el monitor de la computadora quedó en negro.

Papá: ¿Oye que pasó? ¿Se te apagó la computadora?

Paquetero: ¡Avemaría! ¡Qué hora para irse la luz! Pueden esperar, pero lo normal es que, si se va a esta hora, sea hasta las 5. A veces yo me arrepiento de dejar la plomería y dedicarme a esto que depende de la corriente. Y tú, mi hermano, que llevas tremendo rato aquí ¿qué querías que te copiara?

Yo, en efecto, llevaba una hora allí, sin haber tenido tiempo ni siquiera de entregar mi memoria y decir lo que quería, me levanté despacio, afectado por la falta de luz y el tiempo perdido.

Yo: Deja mi hermano, no te voy a decir lo que estoy pensando. Tiene que ver con política.

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