Por Madelyn Sardiñas Padrón
Camagüey.- El Ministerio de Interior es la estructura del gobierno -poder ejecutivo del Estado- encargada de mantener, como su nombre lo indica, el orden interior en la nación. Al ser el Estado el medio a través del cual el pueblo ejerce su poder, este ministerio es, también, un servidor público.
Una de sus múltiples unidades es el Departamento de Seguridad del Estado. Si se analiza el significado de este nombre, pueden obtenerse dos interpretaciones: la seguridad de la nación y la seguridad del grupo en el poder.
Incluso en ambientes supuestamente democráticos, los pueblos se manifiestan en contra de las políticas gubernamentales sin que por ello sean acusados de traidores a la patria, práctica que en Cuba hace rato es un hábito.
Nada más inseguro para un Estado y para cualquier grupo en el poder que las consecuencias de sus propios fallos y el cubano lleva más de 60 años fallando. La demagogia, la falta de tacto, la indolencia, el orgullo irracional, el doble rasero, entre otras muchas actitudes de los gobernantes sólo generan el repudio de los ciudadanos.
Si el órgano de Seguridad del Estado se ocupara de lo que realmente afecta al pueblo, estaría honrando su función como servidor público. Es cierto que existe otra unidad en dicho ministerio que se ocupa de vigilar a los cuadros, pero de nada sirve que se priorice el verbo ideológico ante las competencias laborales de los vigilados. Es más, muchos de ellos sólo acatan órdenes del nivel central que, a su vez, obedece ciegamente, o por interés personal, al partido único.
Teniendo en cuenta que la Seguridad del Estado asume cada expresión popular contraria al grupo de poder como una amenaza a ese grupo, entonces debería tener otro nombre: «Seguridad del Partido» sería una opción interesante.
Hoy es el noveno mes de esta sentada de protesta en el Parque Agramonte de mi Camagüey para NO MORIR CON LOS BRAZOS CRUZADOS. Como no puedo portar un cartel, entonces el cartel soy yo.
Por cierto, hay un grupo de agentes del orden reunidos justo frente a mí.
PROTESTO contra las disímiles y denigrantes formas de discriminación y represión de las que somos víctimas todos los que expresamos opiniones críticas públicamente. Estas formas incluyen la violación del derecho al trabajo y a la educación, diversas formas de reclusión, acoso policial, amenazas a familiares y amigos, descrédito público, destierro, entre otras.
PROTESTO contra la indolencia del partido único que permanece inmóvil ante una estampida migratoria que separa a las familias cubanas; que condena a todo un pueblo a vivir en la miseria y nos convierte en parásitos de quienes emigran y/o en delincuentes comunes para poder sobrevivir.
PROTESTO contra la mentira, la manipulación y la hipocresía con que pretenden mostrar al mundo una Cuba totalmente diferente a la que realmente vivimos.
PROTESTO contra las abusivas condenas a todos los que se manifiestan en contra de un régimen que se dice socialista, pero que en realidad no es otra cosa que una dictadura totalitaria que se mantiene a base de represión militar y mediante un sistema judicial que está muy lejos de ser justo.
PROTESTO contra una ley electoral que garantiza la ausencia de representatividad del pueblo en el órgano legislativo. El partido no representa al pueblo; sólo el 7% de toda la población cubana milita es ese partido, mientras que esta ley asegura que al menos el 51% de sus miembros pertenezcan a dicha organización.
PROTESTO contra el continuo empobrecimiento a que someten a este pueblo con sus erradas medidas económicas, a pesar de las advertencias y las soluciones aportadas por numerosos y prestigiosos economistas cubanos.
RECLAMO una Asamblea Constituyente verdaderamente representativa de todos los sectores sociales y políticos de la nación, que elabore una nueva Constitución en la que no haya partido único y en la que se dignifique a todos los cubanos como los seres humanos que somos, por encima de cualquier ideología política.
RECLAMO otra ley electoral; una en la que el pueblo nomine directamente a sus representantes al máximo órgano legislativo y vote para elegir a su presidente.
RECLAMO otro órgano legislativo; uno que represente al pueblo y no al partido único, que funcione a tiempo completo y no deje en manos de 18 personas la facultad de decidir por más de catorce millones de cubanos sin siquiera consultarles, que se ocupe realmente de cuidar el patrimonio del pueblo y que sea capaz de generar leyes que respeten los derechos humanos de todos y cada uno de los nacidos en esta tierra y sus descendientes.
RECLAMO un poder judicial libre de dogmas ideológicos de cualquier índole, con verdadera independencia para actuar conforme a la ley.
RECLAMO una prensa libre que responda únicamente a la verdad, que merezca la contribución que recibe de ese mismo pueblo al que engaña y manipula.
RECLAMO la liberación inmediata y sin condiciones de todos los presos políticos y el cese del hostigamiento a ellos y a sus familiares y amigos.
RECLAMO la dimisión de todos los integrantes del poder ejecutivo. Ninguno ha sido capaz de encausar el rumbo de esta nación hacia el progreso y algunos hasta han manifestado públicamente no tener idea de cómo hacerlo, lo que demuestra su incapacidad para lograrlo.
