CÍNICOS

Desde que tengo conciencia nuestros directivos viven “tomando medidas” y ahora para mantener la “continuidad” viene otro paquete más. Medidas que siempre van a afectar al pueblo, directa o indirectamente. Mientras más abajo en la escala social, peor.

Nuestro país es como una cadena, en la que empiezan a repartir golpes de arriba para abajo, y el que tenga uno debajo, para desquitarse, le da con lo que puede y así amortigua un poco, pero a medida que va llegando a los niveles más bajos de la sociedad, esos no tiene para dónde virarse y son los que peor salen.

En el Neoliberalismo se dice que es similar. Lo triste de nuestro sistema, que para mi es peor, es que los que están abajo son los profesionales, los médicos, los ingenieros, maestros, profesores, jubilados, obreros, campesinos, entre otras almas en pena.

Una vez más llega la película de las medidas que siempre son: «¡para beneficiar al pueblo!» y con un toque de cinismo mayor, ahora también son «¡pedidas por el pueblo!, (según lo que expusieron los Ministros)

En la Mesa Redonda repitieron varias veces el precio de la corriente, el del combustible y demás en el mundo, y el estudio que se hace comparándonos con estos, pero ¿cuándo van a hacer el estudio de los salarios en el mundo y comparar los nuestros?

Lo más triste de todo es que quienes hacen, toman, aprueban y dictan las medidas, desde los ministros en sus ministerios, en sus consejos, hasta el mismísimo Presidente, a ninguno de ellos las afecta.

Esa casta directiva es intocable: Ni van a sufrir el precio de la corriente, si es que la pagan, ni se le va a afectar el gas para cocinar y mucho menos el combustible de sus carros y medios de trasporte. Y apuesto que a su familia tampoco.

Yo quisiera jugar también ese juego, me encantaría “tomar medidas” que los afectara solo a ellos, decirles:

-Ya ustedes no van a tener más cargos, ni más privilegios.

-Se les va a quitar todos sus bienes y se les repartirán al pueblo.

-Van a vivir en viviendas normales, por los lugares en que fueron electos.

-Van a tener que trabajar en una fábrica, una escuela, un hospital, o en el campo.

-Van a vivir del salario que se les paga a las personas que hacen lo mismo.

-No podrán recibir remesas.

-Se van a jubilar con el salario de los jubilados actualmente.

-No van a tener módulos de comida ni aseo.

-Tendrán que utilizar el trasporte público.

-Sus hijos irán a la escuela que les toque, según su lugar de residencia.

-Van a disfrutar del servicio de salud pública, como el resto de los cubanos que no tiene amigos en los hospitales, ni quién le resuelva.

-Y no van a poder protestar, porque se les puede privar la libertad.

Y después terminaría diciéndoles que esas medidas son por su bien, y que es el deseo de ellos mismos que se establecieran…

Que bien se sentiría ser “cínico”