Por Jorge Menéndez
Cabrils.- Está claro que un país de tierras muy fértiles, si los campesinos no son sus dueños, no va a producir. Pero si, además, tienes un ejército de enguayaberados promulgando leyes absurdas en sus oficinas con aire acondicionado para justificar sus salarios, tampoco va a producir.
Si dolarizas las tiendas, está claro que no incentivas la producción nacional, y tampoco vas a producir.
Un país que se vende a pedazos a inversores extranjeros, en vez de hacer partícipe a su gente, está clarísimo que no producirá.
Un gobierno que organiza procesos continuos para rectificar y ordenar su maltrecha economia, sin regirse por las leyes de mercado, está condenado a la miseria y el hambre.
Un país sin transporte y sin logística de ninguna clase, no puede desarrollarse jamás.
Un país sin infraestructuras modernas, donde solo se incentiva el uso de caballos, bueyes y carretas, está condenado al atraso por los tiempos de los tiempos.
Un país sin medicinas ni tecnologías, con un sistema sanitario que se cae a pedazos, porque no tiene ni lo elemental para la atención primaria, será un país enfermo.
Un país sin generación eléctrica no tendrá industrias y se quedará en el limbo económico, mientras pierde su más preciado valor, la gente, que emigra continuamente.
Un país donde las escuelas se caen, literalmente, genera ignorancia. Incluso si el gobierno lo justifica todo con eso del bloqueo americano, cuando lo poco que se come procede de allí.
Entonces, es necesario cambiar al gobierno por inepto y malicioso. Ese gobierno es indecente, corrupto y solo se preocupa por su bolsillo, mientras, literalmente, su pueblo se muere de hambre.
Queda claro: el gobierno tiene que irse.
