Por Jorge Menéndez
Cabrils.- Un mago soñador, de fácil verborrea nos vendió un día un cuento chino, con el que nos prometía la superioridad absoluta sobre el capitalismo, unos niveles de vida mayores que los de Japón, apoyándose para esto en la eficiencia económica y tres pilares fundamentales, educación deporte y salud.
La materia prima para envenenarnos la mente con sus ideas fueron la manipulación y las promesas que nunca se cumplieron.
Nos quitaron la libertad de pensamiento, arreció la represión y establecieron un férreo control de nuestras vidas, al extremo de que, si en un momento determinado disentías del gobierno, te convertían en escoria de la más baja calaña.
Esos fueron los fundamentos generales de la llamada revolución cubana para convertirnos en el ‘hombre nuevo’ con un esplendoroso futuro y niveles de vida sin iguales.
Han transcurrido 64 años desde entonces. El mago de la barba e impulsor de tan aberrante proyecto dejó de existir, pero nos dejó el legado de todas sus barbaridades, entre ellas un selecto grupo de incompetentes que cada fin de año desangran a su pueblo, admitiendo el fracaso del proyecto anterior liberándose de toda culpa, que en cualquier caso es del bloqueo criminal.
¿Qué hay del deporte cubano?
El deporte, que en su día fue un orgullo, hoy vive un éxodo masivo de atletas de alto rendimiento, resultados paupérrimos en las competiciones internacionales, especialmente en el béisbol, y en los Juegos Panamericanos, en los que Cuba regresó a donde estaba en 1960 o peor.
Glorias de nuestro deporte critican abiertamente la política deportiva del gobierno, pero todo sigue igual: el inmovilismo del castrismo mantiene su rigidez.
¿Qué hay de la educación?
Las escuelas que se están cayendo son un ejemplo clarísimo. El mejor es la Vocacional Lenin, otrora lo mejor de América Latina, a según la propaganda castrista, donde se invirtieron miles de millones, hoy está en plena ruina.
Los uniformes escolares se cosen y envían desde Miami y la base material de estudio es simplemente inexistente, además de que no hay maestros ni profesores para estar frente a un aula, porque la situación de los docentes es pésima y los salarios no motivan a nadie.
¿Qué hay del sistema de salud?
Del otrora pujante sistema de salud, ya no queda ni la sombra: hospitales cayéndose mientras florecen hoteles por doquier. Los centros de salud sin equipamiento, sin medicinas, sin lo más elemental para un ingreso y miles de médicos negándose a ejercer ante la imposibilidad de salvar vidas con decoro y de cumplir con el juramento dado.
La sociedad y la familia cubana desestructurada, separada y en muchos casos enfrentada.
Hay un éxodo masivo a cualquier lugar del mundo ante la comprensión de que la revolución cubana fue un engaño, que nunca existió por sí misma. Fue un proceso para el enriquecimiento de unos pocos, convirtiendo al pueblo cubano en la gallina de los huevos de oro, exprimiéndonos hasta la saciedad.
Eso sí, cada año nos hacían un cuento chino nuevo con promesas de mejor vida, que en los 12 meses siguientes fracasaban y daban pie al próximo cuento chino, y así, sucesivamente, hasta hoy.
Cuba es hoy un país con cero planificaciones económicas, dando bandazos en función de los intereses de la cúpula gobernante, que duerme al pueblo con la palabra revolución y lo justifica todo con el bloqueo.
Cuba es hoy un país muerto, que escucha su nuevo cuento chino. En eso se convirtió la revolución, o la convirtieron.
