Por Mkc Cerralvo ()
Santa Clara.- En nuestro país, para estar a la altura del momento internacional, tratamos de simular ser inclusivos, pero nuestra genética revolucionaria se nos sale.
Viendo un reportaje en el noticiero de la TV, donde ponían varias instalaciones turísticas de la Isla de la Juventud, mostrando reparaciones de hoteles de primer nivel, para el «turismo internacional”, y terminando con instalaciones horribles, tipo campismo, que aclararon era para el “turismo nacional”
No creo que en ningún lugar del mundo se diferencie el turista. Seas de dónde seas, si pagas el servicio lo disfrutas, no importa tu nacionalidad.
Acá no es tan así, sin hablar de años atrás, cuando los “nacionales” teníamos prohibida hasta la entrada a todas estas instalaciones…
¿No se podría decir instalaciones para el turismo en divisa, en moneda dura, o de verdad, y otras instalaciones para el turismo que se paga en moneda nacional o CUP, o moneda de mentira, y ser excluyentes con la moneda, no con el ciudadano, que puede ir al que pueda pagar, nazca donde nazca?
Ya si lo puede pagar o no, el problema es otro, que se sabe bien cuál es: “Culpa del Bloqueo”.
Acá, entre las exclusiones que tenemos, además de la ideológica, la de la manera de pensar y otras, existe la «exclusión por nacionalidad».
Pero esta “exclusión por nacionalidad” en nuestro país, no solo se limita al turismo, hay muchas más, como por ejemplo la de la inversión, aquella a la que se le denomina “inversión extranjera”, es decir que, si un cubano vive fuera del país, con otra nacionalidad o residencia, ya es extranjero y puede invertir, al igual que los extranjeros, con determinados privilegios y prerrogativas.
Sin embargo, si eres un cubano, nacido y criado acá, por muy patriota que seas, y aunque tengas más capital que el foráneo, no puedes invertir, por el simple hecho de ser “nacional”, aunque esta inversión sea súper necesaria para nuestra economía.
Supongo que en el mundo, a la hora de alguien invertir en algún negocio, se cuestione, lejos de su confiabilidad, la claridad del efectivo, la seguridad del inversor y demás, no creo se cuestione su “nacionalidad”.
Es como si los cubanos, no fuéramos confiables para invertir, ni para ir a un hotel de primer nivel, sólo nos merecemos los campismos, porque los cubanos somos una raza inferior al resto de la humanidad, determinado por la calificación que nos han dado quienes han dirigido al país por más de medio siglo.
Pero, ojo, hay una casta de cubanos, una clase social de cubanos, una dinastía de cubanos “nacionales”, que a pesar de ser “nacionales” si pueden hacer esto y mucho más. Solo habrá que averiguar dónde dan estos títulos aristócratas de “Cubanos Ilustres” para poder conseguirlos, empezar a formar parte del mundo y dejar de ser excluidos por nuestro propio gobierno, producto al simple hecho de haber nacido en Cuba, y no habernos ido a otro país.
