Por Carlos Cabrera Pérez ()
Madrid.- No sé si habrán visto a las compañeras Mariela Castro y Aleida Guevara en su penúltimo pujo; a cuenta de la guerra entre Hamás e Israel, tomando parte por el grupo palestino.
Más allá de consideraciones políticas y éticas, las dos tembas volvieron a empeñarse a mostrar su incapacidad en público. Mariela aclaró lo que todo el mundo sabe, que hablaba a título personal y no a nombre del gobierno cubano. Claro, titi, los cubanos somos empobrecidos, pero no tontos.
Aleida se puso tan solemne que hasta evadió el impostado acento porteño que ha usado en los últimos años para el forrajeo a costa del hombre que la engendró, pero nunca fue su papá. Sé disparar, dijo, tengo formación militar. ¡Que ilusión, una médico jubilada que se reivindica como Miss Metralleta!
El grito de ambas no tiene mayor trascendencia que el ridículo, porque Hamás no corta el bacalao con los castristas desde que el tío de Mariela mandaba en la finquita. La política hace extraños compañeros de cama, pero también divorcia y, a estas alturas. ambas debían saber que las relaciones internacionales tienen reglas ajenas a la pasión, el sectarismo. y el deseo.
¿Por qué lo hicieron? Para seguir tumbando a la progresía hipócrita de Europa, América Latina y Estados Unidos, que las acoje en sus rentables giras por el capitalismo neoliberal, sobre todo, a la doctora AKM, que está más necesitada de afectos monetarios que la psicóloga de delicado paladar.
Las opiniones personales de Mariela Castro Espín y Aleida Guevara March -que nunca ha aprendido del bajo perfil de su heroica y sacrificada madre- no le interesan a nadie, salvo a los coros de hala levas que las rodean en busca de migajas consoladoras y la prensa gusañera al servicio de la dictadura más vieja de Occidente.
Y no se trata sola de la irrevelancia de ambas, sino de la insignificancia de Cuba y sus dirigentes en el mundo actual; pero tomémosle la palabra; que Mariela acuda a Gaza y forme un cordón humanitario antiisraelí; aunque tenga que prescindir de sus delicadas fragancias durante la contienda y que Aleida, AKM en ristre y con esa puntería de la que goza, libere a Landy y a Assel, sus colegas secuestrados, desde 2019, por terroristas somalíes.
Manden refuerzos, que estamos ganando, es el mensaje de ambas a la progresía mundial, tan huérfana de epopeya, que sufraga a una millonaria verde oliva y financia a una temba desdichada como Aleida, atrapada entre el mito, la dislexia y la pacotilla.
Serénnese, niñas, que todo esfuerzo baldío conduce a la melancolía y a ser carne de memes.
