Oscar Durán
La Habana.- Es el agua, la corriente eléctrica, el transporte, el combustible, los medicamentos, las clases de los niños… Todo tiene afectaciones en Cuba, menos los viajes al exterior de los gobernantes. Ahora anda Manuel Marrero por China «resolviendo» de todo para el pueblo cubano. Ya debe de estar al caer la habitual declaración: “la visita a China se fue por arriba de nuestras expectativas”.
Sin embargo, desde aquí, desde la caliente, el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) acaba de informar en las últimas horas que debido a las afectaciones financieras, se han limitado las importaciones oportunas del arroz.
En una nota bien escueta -ya sabemos el por qué- el Mincin dice que se trabaja en las empresas mayoristas para el completamiento de una libra de la canasta familiar normada de octubre, y para noviembre se aseguran las siete libras por consumidor. A partir de los arribos, las entregas se realizarán de forma fraccionada y gradual.
“Se inició desde el pasado 1 de noviembre la distribución de las primeras tres libras de noviembre, que se deben completar con un atraso de hasta cinco días promedio”, concluye la nota.
A ver, vamos por pasos porque lo de esta gente no tiene nombre en la historia. Todavía están trabajando con sus mayoristas para poder completar la libra de arroz que no recibimos en octubre. Miren, señores, de verdad, deberíamos suicidarnos todos ahora mismo o tirarnos frente a un tren. Es demasiado.
La nota es una total mentira. La repartición de arroz es mínima y hay lugares en el país donde no llega ni un grano. Quieren hacerse los transparentes y se cagan más cuando sacan cualquier información para el pueblo.
Un desgobierno dando explicaciones en pleno 2023 por afectaciones de su canasta básica. Ellos mismos nos suicidaron en vida y están haciendo de nosotros lo que les da la gana. No de ahora, es justo aclarar. La gracia data de 1959. Antes estábamos ciegos y nos las metían hasta atrás. Ahora abrimos los ojos un poco…y nos las siguen metiendo con vaselina incluida. Peor todavía.
Cuando se hable de tener mucha paciencia en la vida, pongámonos en el número uno. Y si nos preguntan el sinónimo de paciencia, la palabra es miedo, esa cangrena que nos tiene carcomido.
