Por Jorge Menéndez
Cabrils, España.- Leo hoy sin extrañeza que el gobierno de Cuba está «estudiando» la posibilidad de admitir insumos médicos en los hospitales a nivel privado. Ya sabíamos desde hace mucho tiempo que si por alguna desgracia un familiar o amigo caía ingresado, había que llevar sábanas, fundas, toallas, papel sanitario y todo objeto de uso personal. Ahora le sumamos mascarillas, hilos para coser heridas, agujas para inyectarse y un sinfín más de cosas.
Esto, desde mi punto de vista, representa un reconocimiento tácito por parte del gobierno de su incapacidad para garantizar, aunque sea, a nivel de hospitales, cosas tan básicas y baratas como estas.
La salud en Cuba está en terapia intensiva. Pasó de «Potencia Médica » a » Miseria Médica». Esto muestra una vez más el nudo que el gobierno se ha atado al cuello.
Los parámetros económicos indican que la isla ya casi no respira y el cubano de a pie está sufriendo una catástrofe humanitaria en una dimensión nunca vista.
Hace unos días «La Fábrica de Arte» pedía a sus visitantes traer su propia fuente de luz porque, de lo contrario, iban a cerrar. Es una noticia galáctica, desde luego. Se anuncia, además, la celebración de una cena de blanco de la herencia de la comida francesa con toques cubanos para intentar promocionar más turismo en un país que muere de hambre, literalmente. Y que no puede garantizar su canasta básica, mientras los hoteles se siguen construyendo como hongos.
Todo agoniza y el régimen parapetado detrás de su socialismo sin ser capaces de legislar leyes que ayuden a sobrevivir. En Maisí, por ejemplo, las madres y niños salieron a la calle a protestar por falta de luz , agua y comida. Ya enviaron tres pipas de agua, no sin antes amenazar con penas de cárcel a los que decidan manifestarse nuevamente.
Desde la Unión Europea cada vez son más las voces que piden romper el trato y las financiaciones por las represiones y la no liberación de más de 1 200 presos políticos. De consumarse esto, creo que cada vez será más corto el recorrido de un gobierno de ineptos vividores.
