Mkc Cerralvo
Santa Clara.- Hay niños que cuando están en el grupo de amigos y se sienten protegidos por el hermano mayor, son guapos. Quizás estos mismos niños, lejos de la protección del mayor, ya lo piensan más de una vez para soltar alguna guapería.
Desde hace años somos un país pacifista, abogamos por la paz en cualquier conflicto. Si esto fuera puramente así y no mediara un trasfondo político, perfecto, me sumo. Los que conocen de Historia, o los que la vivieron, saben que antes no éramos tan pacifistas.
Íbamos a la guerra y mandábamos cubanos por lote. En su momento, aceptamos tener “ojivas nucleares”, provocando uno de los más grandes conflictos que ha vivido la humanidad. Al descubrirse todo y armarse lo que se armó, la propuesta de nuestro máximo líder fue usarlas, que se las tiraran a los americanos. No creo haya que comentar mucho más.
La Crisis de Octubre se resolvió entre los grandes, y a nuestro “líder pacifista” no se le tuvo en cuenta. Quizás gracias a eso hoy existe Cuba y yo esté escribiendo esto, ustedes leyéndolo y el mundo esté completo.
Pero en esa épocas donde no éramos “tan pacifistas”, teníamos ese hermano mayor que nos defendía y nos daba armamentos de última generación, que se usaba en muchas cosas. A lo mejor nos convino por esa parte, perder ese hermano protector para que se nos apaciguara el carácter, la guapería y convertirnos desde hace unos años, (quizás hasta por conveniencia) en un país pacifista.
Yo estoy a favor de la paz, pero la de verdad, no la de la fachada o la conveniencia política.
