Por José Walter Mondelo ()
La Habana.- Ayer cumplió 80 años Roger Waters, leyenda viva del rock, uno de los músicos más innovadores, creativos e influyentes de los últimos 50 años. Su voz, inconfundible y cargada de emoción, ha sido el telón de fondo de innumerables momentos de varias generaciones. Con el correr de los años, Waters no solo ha dejado huella en la música mundial, sino que ha roto barreras, desafiado convenciones y establecido nuevos paradigmas.
Con Pink Floyd inauguró una nueva era en el escenario musical. Álbumes como The Dark Side of the Moon y The Wall van mucho más allá de meras colecciones de canciones; son experiencias transformadas en espectáculos grandiosos y pilares del rock progresivo, resonando aún hoy en día en el alma de jóvenes y adultos. Waters se distinguió por su capacidad para entrelazar historias con melodías, para generar un impacto en todos los géneros musicales contemporáneos.
Waters trasciende la figura del músico. Es cronista de momentos clave del siglo XX, poeta e innovador. Su legado no sólo se manifiesta en su maestría musical, sino en su constante deseo de denunciar injusticias sociales.
Comparto esta magnífica y conmovedora entrevista, donde el músico genial deja paso al gran ser humano, al niño marcado por la pérdida de su padre en la guerra, al joven rebelde e iconoclasta, al músico que revolucionó el rock, y al incansable luchador contra la injusticia y la depredación de los poderosos. En sus propias palabras:
«No me estoy quejando de la suerte que tuve. Estoy agradecido por el contexto en el que nací. Tuve una vida muy interesante. Y cometí muchos, muchos errores, pero también tomé bastantes decisiones correctas. Se me asignó una cantidad más que justa de alegría, sin importar las circunstancias. Y me fue dada la posibilidad de sentir empatía por otro ser humano, y ese es el regalo más precioso que una persona puede recibir en su vida».
«Hay padres, hermanos, hijos, que cada día salen a luchar y pierden la vida en una guerra. La política busca mantener esa noción del ‘nosotros’ y ‘ellos’ y crea un muro invisible en el medio que nos separa. Si queremos ser realmente felices tenemos que estar juntos y no divididos»
«Cuando escribí The Wall creí que era sobre mí y sobre mi padre, después me di cuenta de que era una historia mucho más grande».
