Por Fernando Clavero
La Habana.- La ola de crímenes que sacude a Cuba llegó al mundo del deporte, específicamente al béisbol, con la muerte a puñaladas de Eliecer O’connor García, quien defendió los colores de Villa Clara en cinco series nacionales, según información que ofreció Osmani Pedraza en su muro de Facebook.
O’Connor, que vistió los colores de las selecciones nacionales cubanas en todas las categorías inferiores, no tuvo un buen desempeño posterior, cuando entró a las series nacionales, a pesar de que en la provincia tenían muchas esperanzas cifradas en él, sobre todo Víctor Mesa, que a principios fue su gran valedor, pero después ya no tanto.
Lo cierto es que su muerte se junta con la de una mujer asesinada en Jaruco, otra en Ciego de Ávila, la de un hombre encontrado muerto en Granma, luego de muchos días desaparecidos.
Las malas noticias no se detienen ahí, incluso en Villa Clara, donde los robos, los asaltos para robar, y los asesinatos han estado a la orden del día en los últimos meses, como consecuencia de la crisis económica y social que vive el país y la escasez de todo lo necesario para vivir.
A O’connor lo apuñalaron en el Reparto Macuca, también conocido como Escambray, y aun no hay versiones oficiales sobre los motivos por los cuales fue ultimado, el también jugador de los equipos de Cienfuegos, una provincia a donde fue en busca de mejor suerte, después de ser apartado por Villa Clara.
Según Osmani Pedraza, que trabaja como estadístico del béisbol y entrenador de ajedrez, O’connor disparó un solo cuadrangular en su carrera, frente al pitcher santiaguero Luis Tissert, en el estadio del municipio santiaguero de Guamá, el 1 de marzo de 2003.
Sobre eso recuerda el estadístico, que siempre que lo veía le preguntaba por la cantidad de cuadrangulares que le faltaban para llegar a 100.
O’connor no es el primer pelotero que muere producto de una riña en los últimos años, entre ellos algunos en el exterior, como Ángel Argüelles, en República Dominicana y Juan Carlos Bruzón, en Estados Unidos, aunque el cadáver de este último nunca se encontró.
