Por Anette Espinosa
La Habana.- La periodista de Juventud Rebelde Marianela Martín González se quejó hoy en redes sociales del despiadado aumento de la violencia en la Cuba actual, en un post que dio pie a muchos otros comentarios de colegas y amigos, también alarmados por la situación que vive la capital cubana.
«Dos robos en mi cuadra en menos de un mes. Lo más preocupante es que ambos han sido sin romper nada para acceder a las casas y los ocupantes de estas han estado en ellas. Cuba tenía la seguridad entre sus fortalezas. Perder eso sería ya perderlo todo», dice la publicación de Martín González en su perfil de Facebook.
Luego de que el post se hiciera público, varios de sus amigos lo comentaron, algunos para pedirle que se cuidara, y otros para sumarse y opinar, algo que suele ser muy normal en Cuba, donde las redes se prestan, en muchas ocasiones, hasta para discusiones entre los críticos del sistema y los defensores acérrimos de este.
En este caso
, sin embargo, la mayor parte de los que comentan, lo hacen para respaldar a la periodista de Juventud Rebelde, quien, en muchas ocasiones, utilizó Facebook para criticar posturas gubernamentales, como la permisividad con el maltrato animal, por ejemplo.
Eso sí, siempre hay alguno que recuerda las acciones del gobierno para acabar con la delincuencia, como el fotógrafo Reno Massola, quien recordó que «En provincia están activando la vigilancia colectiva en las zonas donde ha habido robos frecuentes. La policía trabaja con una herramienta que se llama ‘potencial delictivo’ esto es fichas e informes de personas con perfil delictivo en las zonas. El jefe de sector tiene pincha que hacer allí de conjunto con los vecinos».
El fotorreportero hace referencia a condenas a personas a las que no se les ha probado nada, pero igual las sancionan por no tener trabajo o por sospechas de estar vinculadas a robos o cualquier otra acción contraria a la ley.
El también fotógrafo de Granma Ricardo López Hevia fue más explícito y dijo que «El trabajador honrado tiene que vivir encerrado en su propia casa entre rejas y en la calle más alerta que el morro con la zozobra de ser sorprendido en cualquier lugar y momento»
Luego agregó que «Escuché el otro día tal afirmación de un delincuente del barrio de los que siempre sale muy rápido de sus sanciones y nadie sabe el porqué… No hay carros de patrulla por ningún lado. Solo caballitos y están para cumplir su plan de multas.»
Para Geysa Cruz Beltrán, «ya hoy en día que no te arranquen de dentro de casa o te maten dentro de tu propia casa es como para invitar al ladrón a un café por su buen gesto. La violencia en Cuba está por los cielos. Hasta por robarte un móvil te quitan la vida si es necesario».
«En Cuba se ha perdido tantas cosas… Que ya nada me sorprende», comentó Rachel Delgado Loureiro.
Las preocupaciones de Marianela Martín González son las mismas que las de la mayoría de los cubanos, que ven cómo la aguda crisis económica que vive el país degeneró en un alza inaudita de la delincuencia, los robos y los crímenes, incluidos los de género, en tanto la policía centra sus esfuerzos en perseguir a los revendendores de quesos o leche, como pasa ahora mismo en la provincia de Villa Clara, de donde es natural la periodista.
Muchos de los robos terminan con crímenes de sangre, como sucedió hace un par de semanas en Bellotex, en las cercanías de Matanzas, donde un hombre asesinó a una familia completa para robarle, o como ha pasado en los últimos días con otras personas para robarles caballos, motorinas, celulares y motos, sin que los medios del gobierno se hagan eco de la situación.
