Redacción Internacional
Bruselas.- El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, consideró que la Unión Europea no debe “tener miedo” a buscar formas “operativas” y “concretas” para ser más eficaces en la gestión de la migración, aunque respetando el derecho internacional.
“La política de retornos es extremadamente importante (…). Creo que no deberíamos tener miedo de buscar formas operativas, formas concretas, para ser más eficaces en términos de gestión de la migración por un lado y, por otro, asegurarnos de que esto esté en línea con el derecho internacional”, dijo Michel en una entrevista con la Redacción Europea de Noticias (ENR, en sus siglas en inglés), de la que forma parte EFE.
Centros de retorno y “países seguros”
El ex primer ministro belga respondió así al ser preguntado por los centros de retención de inmigrantes que Italia ha construido en territorio albanés, a los que no quiso referirse expresamente por no “interferir en un debate interno”.
“Pero en el derecho internacional, tenemos que profundizar más para ver cuáles son las condiciones en términos de proporcionalidad, en términos de que a veces algunas medidas deben limitarse en el tiempo cuando hay un momento de crisis especial”, apuntó.
En esta línea, Michel consideró que “esto significa que no es una cuestión de blanco o negro” y que tienen que tenerse en cuenta “muchas cosas”, como las modalidades concretas.
Puntualizó, no obstante, que no pretende decir si el modelo albanés es “bueno o malo”, sino que “depende de cuáles sean las modalidades concretas y de cómo se demuestre que se respetan los principios del derecho internacional”.
“Mi formación, soy abogado, me ha permitido tener en cuenta la proporcionalidad en algunas otras áreas, la dignidad humana”, señaló.
Lo que sí dejó claro es que está a favor de la “coordinación europea”, también en cuanto a unificar el concepto de “país seguro”.
Necesidad de “mayor coordinación”
La UE carece de una lista común de países terceros considerados como seguros y a los que puedan retornar sin peligro los migrantes sin derecho a asilo en el club comunitario, ya que cada Estado miembro elabora la suya propia.
Una necesidad de “mayor coordinación” en este aspecto haría a los Veintisiete ser “eficientes y eficaces” en los retornos, insistió Michel, quien afirmó haber tenido la impresión de que los líderes europeos mostraron “más consenso” sobre este asunto en la cumbre que celebraron el 17 de octubre en Bruselas.
“Siento que hay mucho más apetito por entrar en los detalles, porque al entrar en los detalles (el debate sobre la migración) será menos ideológico, más pragmático, más práctico y más efectivo”, dijo.
Como ejemplo de que no todo se puede simplificar, puso a Nigeria, un país grande africano, cuyo 10 por ciento del territorio está controlado por el grupo terrorista yihadista salafista Boko Haram.
“¿Consideramos que este no es un país seguro o necesitamos más noticias al respecto? ¿Es seguro el país o no?”, se preguntó, y añadió que también puede depender de “quién” debe regresar a una región o a un país.
Desafío político y reto colectivo
Sea como fuere, Michel sí que observa en los últimos díez años un cambio en la forma de abordar en el Consejo Europeo el debate sobre la migración, que considera un “desafío político” y un “reto colectivo”, que algunos partidos usan para “socavar” el proyecto europeo.
En 2016, en plena crisis migratoria por afluencia de migrantes especialmente sirios y afganos, “no era posible en absoluto a nivel de líderes tener ni siquiera una conversación racional sobre la migración”, dijo Michel, quien por entonces asistía al Consejo Europeo como primer ministro belga.
“Restablecer la confianza” entre los líderes en este asunto ha sido, dijo, una de las tareas más arduas de su mandato como presidente del Consejo, que termina el 30 de noviembre.
Pacto sobre migración y asilo
El salto fundamental en esta cuestión se logró dar con la aprobación, después de muchos años de negociaciones, del pacto sobre migración y asilo, alcanzado durante la presidencia española del Consejo de la UE.
Ese pacto, que está previsto que se implemente de aquí a 2026, establece el “camino” y el “marco” en cómo abordar la migración.
“Ahora todos los colegas comparten esta opinión: hay que ser muy firmes y muy duros para luchar contra la inmigración ilegal, ser serios en nuestra lucha contra los contrabandistas y los traficantes por un lado, pero por otro lado, abrir nuevas posibilidades de vías legales para la inmigración legal”, señaló. (EFE)