Por Borg PM ()
Nueva York.- Cuando salí de Cuba mi padre me escribía semanalmente por correo postal antes de tener acceso a un correo electrónico en su trabajo.
El verano pasado mi comadre Rocío me trajo de Lima un paquete de cartas familiares que había dado por extraviadas. En ese momento no tuve coraje para releerlas, como tampoco lo tengo ahora, pero mis deseos van venciendo al miedo.
Ni siquiera recordaba que mi padre había escrito una carta para que fuera la primera carta que recibiera por correo postal mi hija recién nacida. Probablemente la primera y la única carta de puño y letra que ella conservará.
El domingo pasado, esa misma hija me recomendaba una película, “un poco aburrida pero linda”, News from Home. Una película de cuando yo apenas tenía seis años y que me hizo recordar aquel dicho que por mi padre aprendí y aprendí a aceptar como consuelo cuando pasaban los días y los días sin comunicación familiar, “no news is good news”.
Creo que las pocas cartas de mi segundo exilio en la tierra del sueño las extravié en una de las tanta mudadas. El correo electrónico trajo la inmediatez de la noticia y la ausencia de la caligrafía paterna. La reclamación familiar trajo su presencia, que duró bien poco. Capaz algún día aparezcan, como aparecieron estas.
