Por Ulises Toirac ()
La Habana.- Un queridísimo amigo y respetado profesor de mi época universitaria, de quien conservo la mejor de las memorias y respeto, publicó su foto con un solo encabezado «¿SALGO O NO SALGO?».
No sé el nivel de jodedera o seriedad de la encuesta, pero a falta de otros elementos le escribí lo mismo que le respondería a cualquiera que me haga una pregunta así o parecida. La publico aquí porque explica cómo pienso en algunos tópicos:
«Querido profesor, en esos temas prefiero no opinar libremente porque mi apreciación de qué decisiones puede o no tomar una persona siempre carece de los elementos más íntimos, que son decisivos a la hora de dar un paso. Solo puedo decirte que yo salgo o entro, según dicte mi almohada, que es donde pongo la cabeza cada noche.
«El orgullo de saberme haciendo lo que mi conciencia me dicta es superior a los inconvenientes que ello me trae a mí, y mucho menos los inconvenientes que le puedan ver otras personas. Créeme. No siempre se vive mejor después de cada decisión, pero sí más libre.»
