Por Esteban Fernández Roig Jr.
Miami.- Después de más de 61 años viviendo en el destierro, nunca he tenido un solo amigo cercano que no sea cubano. Aparte de mis hermanos güineros.
La culpa es mía, porque nunca he logrado que “el resto de la humanidad” entienda mis expresiones favoritas como: “Le traquetea”, “Le ronca el mango”, “Eso es del tiempo de Ñañaseré” y “No quiero tiki tiki ni taka taka conmigo”…
Se formó una bronca en una celebración navideña de la “AT&T” y yo les decía a mis compañeros de trabajo: “¡Ñooo, esto terminó como la fiesta del Guatao!”
Sorprendidos me decían : “What do you man?” Y yo trataba de aclararles: “Vaya, se formó tremendo TITINGÓ”…
Prácticamente me ha sido imposible traducirles cosas como: “Ese huevo quiere sal, eso queda en Casa de las Quimbambas, y hoy comí quimbombó”…
Nunca he podido pasar al inglés ni a la “raza hispana” cosas como “El que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija”, ni “Me estoy comiendo un cable”…
Le conseguí trabajo a un americano esposo de una amiga mía, quedó muy mal conmigo y traté infructuosamente de traducirle: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”…
Solamente mis compatriotas me entienden cuando digo: “Me tomé una Malta Hatuey con leche condensada, hoy tengo ganas de comerme unas torrejas, y ahora sí que la mula tumbó a Genaro”…
Solo mis hermanos nacidos en la Perla de las Antillas me comprenden cuando les digo: “Está soplando el mono, mono ve mono hace, le partieron la siquitrilla, el que mucho abarca poco aprieta y más vale pájaro en mano, que cientos volando”..
Uno se metió en un lío cuando no entendió mi consejo de: “Oye, te estás metiendo en camisa de once varas”…
Otro quería ser jefe y le dije: “Olvídate de eso porque ese traje te queda grande”… Y jamás entienden cuando estoy de acuerdo con algo y digo “Equilicuá”.
De pronto, un norteamericano estornudó y de lejos le grité: “¡Jesús!” Y me dijo: “No, my name is Peter”…
Y mil veces me han preguntado: “¿A qué te dedicabas cuando vivías en Cuba? “ Y ninguno entiende cuando les digo: “Yo jugaba a la quimbumbia, empinaba chiringas y montaba en mi chivichana”…