Por Rafael Muñoz
Berlín.- Sucedió en 1950 como consecuencia de la expropiación forzosa y posterior venta de los terrenos que ocupaba el pueblo de Graun im Vingschau a una compañía que se encargaría de construir una presa.
La elevación del nivel de las aguas en 22 metros puso fin a la historia de este pueblo que data al menos del año 1147.
Los habitantes lucharon en los tribunales como pudieron, pero eran los tiempos de la anexión reciente de Tirol del Sur a una Italia bajo la bota de Benito Mussolini.

Irónicamente el nivel de las aguas ha estado bajando constantemente en los últimos años según nos dijo el camarero de un café cercano. Quizás la naturaleza,
cansada de ver la solitaria torre de la antigua iglesia mirando al cielo, se ha propuesto finalmente hacer justicia.