TRES ERAN TRES CULPABLES
Por Esteban Fernández Roig ()
Miami.- A los cubanos les encanta -acto seguido de yo criticar al castrismo- salir a la palestra a achacarle la culpa del ascenso del castrismo al poder a Fulgencio Batista. Y mucha culpa tuvo.
Sin embargo, casi nadie dice que “si el pueblo cubano tomó con cierta parsimonia el golpe de estado del 10 de Marzo del 52 y aplaudió delirantemente a Castro el primero de Enero del 59 se lo debemos principalmente a tres cubanos”.
Al pasar los años considero que Eddy Chibás, José Pardo Llada y Miguel Ángel Quevedo, con sus diatribas (mezcla de verdades, medias verdades y mentiras) cooperaron a desmoralizar al pueblo de Cuba …
Como parte de una familia netamente “Auténtica” no me gustó la consigna de “Vergüenza contra dinero” de Chibás, me molestaba el “¡Qué desparpajo!” de Pardo y nunca creí la falacia de los 20 mil muertos de Batista esgrimidos por “Bohemia”.
Chibás y Pardo Llada mediante sus programas radiales eran látigos constantes contra el “Autenticismo”, contra el peculado, contra las actividades gansteriles, y hasta le llamaban “cocainomano” a Prío.
La revista “Bohemia” se convirtió en vocera de los alzados en las Sierras, reprodujo la entrevista del periodista del “New York Times” Herbert Mattews a Castro, e invariablemente exhibía la página 26 en rojo y negro.
Al adueñarse el castrismo de la Isla en 1959 “Bohemia” se convirtió en alabardera del régimen. Hasta pusieron -sin ruborizarse- la figura del tirano como si fuera un Jesucristo moderno. A veces lo presentaban como un Robin Hood.
Y como estos tres cubanos hablaban mucho, lo denunciaban todo, pero no resolvían nada, el pueblo vislumbró erróneamente a Fulgencio Batista -en 1952- y a Fidel Castro -en 1959- como remedios mágicos -como manás caídos del cielo- para los males nacionales.
Hubo miles de culpables, pero si les apetece el nombre de otro gran responsable de nuestra tragedia les digo que Enrique de la Osa fue extremadamente dañino al redactar la sección “En Cuba” de la revista Bohemia.