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LOS GALLEGOS, LOS ‘FACTORES’ Y LAS COSAS QUE NO SE NIVELAN

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Por Laritza Camacho ()
“A Sabino, quien desde el primer día, nos habló de los gallegos”
La Habana.- Esa fue mi dedicatoria de tesis cuando me gradué de Ingeniera Agroindustrial Azucarera, en la CUJAE. Sabino era uno de nuestros mejores profesores. Además alto, inteligente, en realidad sabio; enseñaba no solo las cosas técnicas propias de la especialidad, sino, sobre todo, dedicaba su magisterio a prepararnos para la vida, nos proponía dudar, buscar soluciones, conversaba sobre la naturaleza del ser humano y no tenía pelos en la lengua.
A mí me ayudó mucho a ponerle riendas a mi rebeldía salvaje, pero respetando mis ideas y animándome a luchar por ellas con métodos más efectivos. Recuerdo cuando me decía que no siempre hay que tumbar la pared, a veces hay que escalarla y otras, darle la vuelta.
Mi dedicatoria de tesis resumía lo más importante que considero me fue enseñado en la carrera y la anécdota la contó Sabino en la primera conferencia que nos impartió.
La historia es real.
Recién se habían graduado unos ingenieros con diploma de oro y fueron asignados a trabajar en un central azucarero que, a la sazón, tenía grandes problemas con la zafra.
Todos los días se paraba la molienda y aquello era un desastre.
El problema fundamental eran los niveladores, unas piezas que logran nivelar desde el tándem, el colchón de caña, lo cual hace eficiente el proceso de la molienda. A estas piezas las llaman popularmente “gallegos”… y ahí vamos.
Los ingenieros recién estrenados fueron invitados a cuanta reunión y análisis se hacía en aquellos días calientes, y ellos escuchaban hablar sobre los gallegos. “que si los gallegos se paran, que el problema con los gallegos rompe los cilindros, que esto no es nuevo y hace varias zafras se viene advirtiendo del lío que hay con los gallegos…”.
Entonces sucedió que, en medio de una acalorada discusión de análisis, uno de los ingenieros nuevos se paró lleno de pasión indignada y le dijo a todos:
-Me resulta una vergüenza lo que sucede aquí… el central parado por gusto. Todos los factores están reunidos, sindicato, juventud, partido… vamos a llamar a los gallegos y los sancionamos para que escarmienten y sepan que no estamos jugando. ¡Y si no entienden, los botamos! ¡Está bueno ya!
¡Ay, Sabino, maestro querido! Debes saber que las plazas de especialistas siguen siendo ocupadas por los más nuevos, los gallegos siguen jodiendo y cada vez están más viejos, los factores siempre están reunidos, el colchón de caña no nivela, el sentido común tampoco y yo sigo agradecida porque, desde el primer día, nos contaste sobre los “gallegos”.

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