Enter your email address below and subscribe to our newsletter

LA MATRIA

Comparte esta noticia
Por Gretell Lobelle
La Habana.- Mi madre se enreda entre las noticias de las redes y la televisión nacional. No tiene recursos para identificar y hacer análisis de información. Es parte de ese gran grupo de personas en las que encontrar la verdad les resulta difícil: esa masa de personas “moldeables”.
Mi madre me ha llevado al ejercicio de tener que buscar elementos y recursos que no sean lo que dicen las noticias tal cual, para explicarle y deconstruir en lo que ella, desde su propia burbuja, interpreta en todas las fuentes que consume.
Lo hago porque me importa, porque es mi madre, porque es terrible que los medios de comunicación, cualesquiera que sean, responsables de informar sobre un fenómeno que podrá pasar, calmarse o no, se parcialicen, se acostumbren al refrán de “tapar el sol con un dedo”.
He tenido que explicar de manera sencilla para que mi madre entienda:
“Mami, cuando veas las noticias de la televisión nacional, observa la ropa de la mayoría de ‘esa linda gente comprometida con la revolución’. ¿Lo ves? ¡Lindos colores, ropas limpias, a ti que te gusta tanto la limpieza!
¿Estás en Facebook? ¿Viste qué fea se ven esas personas? Me has dicho que usan muchas groserías, que son muy vulgares. ¿Viste sus ropas y sus zapatos? No. No te hablo de los videos del Vedado. Mira en Mantilla, la Güinera, Palma Soriano. Olvídate de lo que dicen las personas en sus muros, olvídate de las noticias que construyen los periodistas.
Mira a la gente y sus poses. Mira la composición étnica, ¿ves qué cantidad de negros? ¿Puedes ver la diferencia entre unos y otros? Eso es lo que quiero que veas. No te concentres en nada más. Olvídate de lo que cada medio quiera transmitir. Mira con todo el desapego que puedas. Solo observa para que entiendas. ¿Percibes la amalgama de gentes? ¿Te llevas una idea? ¿Ahora qué hay que hacer? ¿Una purga? ¿Desaparecer personas?
Son muchos, madres, muchos los que andan así. Se llaman pueblo y, sabes, son más pueblo que tú y que yo, que la intelectualidad, los pensantes y el gobierno. Todas las personas somos iguales, lo que pasa es que unos son más iguales que otros.”
No es simple lo que estamos viviendo. No puedes ni tú, ni yo, nadie puede entenderlo desde resortes morales. Hay desigualdad, hay miseria y lo peor cada día hay menos esperanza y sueños. Es acumulativo y es lo jodido.
Tú nunca me explicaste de dónde salía lo que me sostenía. Yo nunca de niña me detuve a pensar en tus carencias o limitaciones. Yo tuve lo necesario. Era tu responsabilidad.
¿Qué veo? En estos días he visto a muchas personas adoptando una posición clasista, machista, violenta y discriminatoria. Queriendo invisibilizar a un porcentaje importante de la población que está jodidamente mal y eso no está bien, ¿sabes?
Como quisiera que muchos de los que leo, de mis amigos que viven aquí y fuera del archipiélago, se quedaran un mes conmigo en Mantilla. Como quisiera que todos nos revisáramos. Simple, nos miramos las ropas y los zapatos. Pero a veces es mejor mirar para otro lado, lo cual no quiere decir que el problema no exista. La empatía no está de moda. Lo mediático de todas las partes, sí.
Soy tan simple, tan precaria en mi pensamiento. ¿Pero sabes algo? Yo veo a Cuba como a una madre y las madres son responsables de aceptar a sus hijos, sostenerlos, abrazarlos, aceptarlos como piensan, dejarlos ser libres, abrir sus brazos a ellos y reconocerlos en cualquier circunstancia.
(Este texto fue publicado el 11 de Julio de 2021)

Lasă un răspuns