LA ASAMBLEA NACIONAL Y EL PROGRAMA DE ESTABILIZACIÓN MACROECONÓMICA JAMÁS EXPLICADO
Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La Habana.- La sesión del parlamento cubano de julio de 2024 pudiera revelar cinco datos sobre PIB, déficit fiscal e inflación que serían útiles para evaluar el alegado programa de estabilización macroeconómica que nunca ha sido explicado en detalle.
En sentido estricto, solamente uno de esos cinco datos debe ser oficialmente reportado como parte del “Informe de liquidación del presupuesto 2023” (déficit real en 2023). Los demás serían opcionales como parte de presentaciones y discursos.
La incertidumbre actual respecto a cifras oficiales (reales y estimadas) de crecimiento económico en 2023 y 2024 es un resultado del “apagón estadístico” derivado de la suspensión en octubre 2021 del informe trimestral del PIB.

El tamaño real del déficit fiscal como por ciento del PIB en 2023 es importante porque representaría el punto de partida de un insólito programa macro-estabilizador que habría planificado un déficit de 18,5 por ciento en 2024, un estimado inicial que quizás ha variado.

La situación pudiera ser más complicada cuando se tiene en cuenta que existe una opinión relativamente extendida entre economistas acerca de que en Cuba los datos oficiales de precios subvaloran la dimensión real de la inflación.

Una hipótesis sobre posibles metas de estabilización macro sería alcanzar en 2028 un crecimiento de 4 a 5 por ciento del PIB, déficit fiscal entre 3 y 5 por ciento del PIB, una inflación interanual inferior a 8 por ciento, y una pensión media equivalente a 1,3 veces el valor de la canasta de referencia.
Pudiera asumirse que la crisis estructural de Cuba se prolongaría en caso de que las cifras que se revelasen en la próxima sesión del parlamento no fuesen compatibles con trayectorias que pudieran cumplir metas adecuadas de macro-estabilización en 2028.