¿CÓMO VA LA VIDA, CUBANO?
Por Oscar Durán
La Habana.- Quedan poco más de cuatro meses para terminar el 2024. ¿Cómo va tu vida, cubano? ¿Qué tal te lleva esta desgracia? Ya falta poco para que Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez se pare frente a las cámaras de televisión a resumirte el año y a decirte, con esa tranquilidad espantos, que “este 2025 será de avances y prosperidad para todos”.
Gracias a Dios estamos acostumbrados a no creerle nada. En mi caso, solo veo ese teatro para cerciorarme si el Puesto a Dedo trae en su muñeca derecha un Rolex o un Smartwatch.
Les puede parecer una bobería ese detalle, pero todos ellos que se la dan de altruistas, ¿por qué no venden sus lujitos y mandan a comprar por Aliexpress un electrocardiógrafo para el hospital provincial de Holguín, por ejemplo? No, señor mío, toda esta gente de la cúpula están viviendo como Carmelina y les importa tres pepinos bien grandes si los centros de salud son una desastre, las escuelas no tienen maestros y el cartón de huevo cueste dos salarios de un simple mortal nacido en el castrismo.
Es demasiado. Hasta los mismos comunistas salen echando de aquí. Ahí están en Miami encerrados, o llegando al aeropuerto disfrazados para evitar a la prensa. Deberían mandarlos de vuelta, por descarados y oportunistas. (Otaola que estás en Miami, santificada sea tu alcaldía).
Mientras tanto, de este lado, específicamente hoy 19 de agosto de 2024, estamos quemando basureros porque Comunales dejó de existir, hubo apagón analógico y no dejaron ver ayer el Noticiero y Tras la Huella. Los edificios de cuando Gerardo Machado era presidente, se están cayendo. Tu hijo no va a empezar la escuela la primera semana del curso porque a la maestra le llegó el Parole y están viendo cómo resuelven el problema. Juventud Rebelde empezó a insinuar el alto valor nutritivo de la mosca soldado negra y la Unión Eléctrica anunció un déficit de no sé cuántos Mega Watt.
Además, medio país está con el Oropouche, aunque habrá Festival Varadero Josone con Haila, Van Van e Issac Delgado, para cerrar el peor verano de la historia.
Así va caminando el 2024. Nos tuvieron dormidos unos días con las olimpiadas y los combates de Mijaín, pero ya volvimos a la realidad de hace 65 años. Coge tu apagón, aliméntate como puedas y cuidado con enfermarte porque los hospitales se convirtieron en locales de hierros oxidados con muchachitos recién graduados mandando a los pacientes a comprarle medicamentos al presidente del CDR , quien, además, tiene de adorno en la sala una regadera obsequiada por Gerardo Hernández.
Así andamos a casi cuatro meses de empezar otro año. Somos personas viviendo de restos de una nación. Nada nos une. Eso es lo peor de todo. ¿Te pusieron el Parole? Felicidades. ¿No te lo pusieron? Te jodiste, mi socio.
A esperar, entonces, el 2025 con los brazos abiertos, como si nos estuviéramos entregando a la mismísima muerte.