Por Manuel Viera
La Habana.- Hace unos días, luego de ocurrido el lamentable y aún raro hecho de la sal de nitro en el que perdieron la vida dos jóvenes cubanas, uno de esos personajes misteriosos que representan escondidos al antipueblo, nos reveló la existencia de una actividad económica que según sus propias palabras electrónicamente modificadas consiste en recoger cosas de la basura.
Él la llamó «recolección de materias primas». Y sí, a diario los veo en la basura. Hoy, como muchas veces, transitaba por las calles de La Habana y vi a uno de ellos hundido en un mar de desechos, por su edad ya tendría que estar jubilado hace muchos años o contar con asistencia social de algún tipo, o sea, tener algún sustento que le permita vivir. Sin embargo, allí estaba él rodeado de desperdicios. Mientras lo observaba y le veía recolectar «materia prima», inevitablemente me surgió una duda para el tal Guerrero Cubano misterioso:
Señor Guerrero, ¿esa actividad económica revelada por usted y que aparece definida como actividad de recolección de materias primas se refiere a recoger cosas de la basura o también incluye alimentarse de ellas? De no ser así, entonces aquel señor era otra cosa.
