Por Jorge Sotero ()
La Habana.- Justo cuando terminaba de leer un artículo en Cubasiglo21 sobre el auge desmesurado de la criminalidad en Cuba, que me envió un amigo desde Barcelona, me encuentro en las redes lo del abominable ataque a una pareja de El Rubio, en Santa Cruz del Norte, para robarlos.
Tres días antes, unos bandidos asaltaron a una pareja para robarle todo, entre esas cosas la moto en la que viajaban. Los golpearon sin piedad, les partieron los dedos para sacarles sus anillos, y luego les dislocaron la mandíbula para robarle el oro de sus dientes. Y dándolos por muertos, se largaron.
Los abandonaron en un barranco a la orilla de la carretera, tal vez para que las aves de rapiña u otros animales dieran cuenta de sus cuerpos. Pero alguien los encontró, los llevó a un hospital y, según las últimas noticias, parece que se recuperan. El padre de la muchacha, como sabe que hay muchas posibilidades de que la Policía no encuentre a los culpables, da 15 millones de pesos por ellos.
Paga una recompensa, al más puro estilo del oeste. Quince millones no es poco dinero. Equivalen a unos 45 mil dólares. Un valor considerable, que puede motivar a cualquiera que conozca a los criminales a denunciarlos con el que paga la referida suma. Y nadie afloja esa cantidad para ir hasta una unidad de policías y decir «estos son los culpables».
En Morón, alguien que fungía como juez, que trabajaba para el gobierno y que había sido maestro y no sé qué más, había desaparecido desde hacía unos días. Pero ya encontraron el cadáver. Fue asesinado. También otro por Santiago de Cuba, unos en esta capital. Y así muertes y más muertes cada día, en medio del más absoluto silencio del gobierno, que solo aprieta a los policías para que capturen a aquellos que gritan consignas contra el gobierno, los que se rebelan, los que pueden poner en jaque al sistema.
La criminalidad es otra cosa. No es importante que crezcan de manera desmedida los feminicidios, los crímenes, los robos, las violaciones. Al contrario, eso hace que la gente coja miedo y se mantenga en casa, protegida, con temor a salir a las calles.
UNOS DATOS ESPELUZNANTES
Si comparamos los últimos seis meses de 2023 con los de 2024, nos damos cuenta de que hay un salto -no alza- brusco de la criminalidad, según el artículo «la Criminalidad en Cuba continúa en ascenso Informe de Inseguridad Pública», a cargo del Informe Cubano de Auditoria Ciudadana, publicado la víspera.
Para poner un ejemplo, y lo verán en la gráfica adjunta, en julio de 2023, las denuncias de estos casos fueron de 96 y un año después llegaron a 134. Y en diciembre de 2023 eran de 43, pero 12 meses después se dispararon a 230.

