Por Arturo Mesa ()
Atlanta.- Anuncia Marrero nuevas medidas para reimpulsar la economía y al momento allá van todos a preparar la conferencia, sin mirar siquiera el título: “Reimpulsar la economía”.
Todo se aprueba sin evaluar de qué se trata; y en realidad de lo que trata la noticia es de añadir medidas correctivas y punitivas que intentan poner un control al descontrol y para nada se trata de medidas de verdadero reimpulso de la economía.
Por ejemplo, entre las supuestas novedades se encuentran:
-Incentivar el ahorro a partir de la actualización de tarifas eléctricas.
-Regulación de precios minoristas.
-Actualización de sistema de precios a la construcción.
-Uso de tarjetas prepagos.
-Un nuevo mecanismo para la asignación de divisas.
-Reordenamiento del comercio que realizan las FGNE.
Y estas parecen ser las formas con la que piensa el gobierno y sus aplaudientes reimpulsar la economía.
Es muy difícil en la vida lograr un objetivo cuando una estrategia va mal. Ninguna de esas medidas está verdaderamente encaminada a motivar a una participación laboral y un compromiso con la contribución al desarrollo y sin embargo el título traiciona y nadie en Palacio lo nota.
Los precios no bajan ni hay medida para ello, los salarios no suben ni hay medidas para ello, los empleos no motivan, no hay producción, no hay alimentos, no hay electricidad ni comodidad de vida alguna y aun así se da el lujo el ministro de trazarse un plan ilusorio que no dará resultado alguno (que no sea extender el sufrimiento), entre otras razones, porque nadie se opuso ni le dijo que esas no son medidas de reimpulso a la economía.
La economía se reimpulsa desde adentro con presupuesto destinado a la pesca, a la agricultura, a la ganadería, a la industria ligera y al emprendimiento necesario. Presupuesto y apoyo a esas esferas.
La economía se reimpulsa ubicando el presupuesto certero en donde se necesita, como en la recuperación energética para con ella emprender otras recuperaciones industriales y comerciales necesarias.
Se reimpulsa con una mirada primaria a la producción de alimentos y productos de primera necesidad, y con confianza en el emprendimiento interno y externo y con la recuperación de la confianza del inversor que anda en cero.
Pero… ¿quién le va a decir a un gorrión atrapado que no se reviente contra el cristal de la ventana!?