Por Pucho Oroza ()
Hace unos días, el 15 de febrero, se cumplieron 69 años del triunfo de los Elefantes de Cienfuegos en la Serie del Caribe de 1956, una victoria por 4-2, ese día, sobre Criollos de Caguas, con un estelar pinareño en el montículo.
Pedro Ramos, fue uno de los mejores lanzadores cubanos de aquella y todas las épocas. En 1952, los Senadores de Washington (hoy Mellizos de Minnesota) lo firmaron como agente libre amateur, y debutó en 1955, convirtiéndose en el primer lanzador abridor en la historia de los Twins y primer cubano en los Yankees de Nueva York.
En la Liga Profesional cubana jugó siete temporadas, todas con Cienfuegos, siendo campeón tres veces. Con los Elefantes ganó 66 juegos con 45 fracasos, para un promedio de .595, completó 56 juegos de los 184 que lanzó. con 547 ponches y efectividad de 2.62.
Resultó el Novato del Año de la temporada 1955-1956 y el Jugador Más Valioso en la contienda de 1960-1961, temporadón que terminó con balance de 16-7, ponchando a 150 bateadores, con PCL de 2.04, y completando 17 de los 30 juegos en que lanzó, todo eso en 217 entradas de labor.
En tres Series del Caribe fue dos veces campeón, con un récord de 5-1 y efectividad de 3.19 y 38 ponches en 48 entradas.
En MLB vistió los uniformes de los Mellizos de Minnesota, Indios de Cleveland, Yankees de Nueva York, Fillis de Filadelfia, Piratas de Pittsburgh y Rojos de Cincinnati.
En 15 Campañas dejó balance de 117 victorias con 160 derrotas, con una efectividad de 4.08. Disputó 582 partidos, de ellos 268 como abridor, completó 73, salvó 54, con mil 305 ponches y 724 boletos en dos mil 355 y 2 tercios de actuación, con un WHIP de 1.31.
Sus números no fueron del todo fiel con su calidad. Jugó la mayor parte en equipos sotaneros, por ejemplo, ganó 12 juegos en 1956 con 16 derrotas y 14 en 1957 con 18 fracasos, cifras de gran valor para un equipo que perdió más de 90 encuentros en cada una de esas temporadas.
Fue All Star en 1959, dos veces líder en juegos iniciados y sub líder en juegos completos en 1960 con 14.
Entre sus historias está la de blanquear a los Yankees, el 11 de abril de 1961, permitiendo solo tres hits y una base por bolas, además de impulsar dos carreras con el bate.
Ramos es el único pitcher cubano que ha pegado 15 jonrones en Grandes Ligas. Además poseía una gran velocidad, retaba a jugadores a carreras, su catcher era promotor de esos eventos, la carrera más emotiva de todas fue contra Roberto Clemente, alrededor del terreno, a unas 440 yardas.
Ramos regresó a su tierra en 2016, a sus 81 años, tras 55 años de ausencia. A reencontrarse con sus orígenes, aquellos que le llevaron a ser una leyenda del béisbol cubano por donde quiera que jugó.
Su gente, su pueblo, su fanaticada, la que nunca lo abandonó, lo recibió con los brazos abiertos profesándole todo el cariño en nombre de Cuba.