Por Redacción Deportiva
Matanzas.- Con profundo pesar, el mundo del béisbol cubano despide al lanzador Jorge Luis Valdés, conocido cariñosamente como «Tati», quien falleció hoy a la edad de 63 años en su natal provincia de Matanzas.
Nacido el 12 de febrero de 1961, Valdés se consolidó como uno de los serpentineros zurdos más destacados en la historia de las Series Nacionales, participando en 20 campañas domésticas y en varios torneos internacionales con el uniforme de Cuba.
En su carrera ganó 234 partidos, 46 de ellos por la vía de la blanqueada, con 166 reveses, ponchó a mil 982 contrarios y dejó un promedio de carreras limpias de 3.13 en la era del bate de aluminio.
Su debut en los campeonatos de casa fue en 1977 con el equipo Citricultores y posteriormente con Henequeneros, donde alcanzó el título nacional en 1990 y 1991, siendo líder en victorias en ambas temporadas con 19 triunfos.
Uno de sus momentos más memorables ocurrió el 31 de enero de 1984, cuando lanzó un juego sin permitir hits ni carreras contra Villa Clara, venciendo 1-0 y dominando a bateadores de la talla de Víctor Mesa, Pedro Jova y Héctor Olivera.
A nivel internacional, Valdés participó en múltiples eventos y obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, en cuatro Campeonatos Mundiales, cinco Copas Intercontinentales y tres Juegos Panamericanos.
El legado que dejó en el béisbol cubano es imborrable. Su dominio en el montículo, combinado con su humildad y dedicación, lo convirtió en un ícono para generaciones de peloteros y aficionados.
Hoy, el béisbol cubano llora la partida de uno de sus más grandes exponentes, pero su memoria y contribuciones al deporte nacional perdurarán eternamente. (PL)