Por Adalixis Almaguer
Miami.- Me estoy quedando sin florecitas. Repito: estoy muy alegre por los que están afuera, pero muy triste por los que se van a quedar dentro. Más.
Entonces, vamos a ver los excarcelados hasta ahora:
-Sus condenas no rebasan los cinco años.
-Ya han cumplido la mayoría de sus sentencias.
-Y muchos ya se les había presentado la solicitud de libertad condicional previamente y les había sido negada.
– Tanto los delitos por los que fueron sancionados como las penas que les fueron impuestas, admiten según el marco legal de la ley que sean sustituidas por penas que no conlleven internamiento.
Son excarcelaciones sin garantías, con plena inseguridad jurídica porque no se han establecido las condiciones por las que se han concedido. Y son revocables.
Nuestros presos políticos son -en todos los casos- víctimas de las violaciones de sus derechos humanos, pero no van a recibir reparación, ni se les va a reconocer como presos políticos.
¿Dónde queda la voluntad gubernamental para que no se repita? En falta. Anda de paseo con la transparencia y la honestidad dictatoriales.