BASI, MI BASURERITO

LECTURASBASI, MI BASURERITO
Por Víctor Ovidio Artiles ()
Caibarién.- Llegar a casa en medio del crepúsculo bien podría ser muy poético, de no ser por el recibimiento que me hace Basi, mi basurero. La culpa no es de él. No pidió nacer y vive convencido que es un hijo no deseado. Pero ya está ahí, con sus dos años.
Recién lo matriculé en las Vías No Formales, en el Círculo Infantil del barrio. Por cierto, ahora mismo pueden matarme y no conozco el nombre del mismo aunque, de acuerdo al entorno que lo rodea podría llamarse C.I Futuros Comunales.
Basi es enorme, si tenemos en cuenta que recién cumplió sus dos primeros añitos. Además de voluminoso, es un infante muy cariñoso. Ha aprendido mucho y ya reconoce a todos en su cuadra.
Me ve venir, acercándome, por la acera frontal y no sabe qué hacer. Parece un perrito, sale a recibirme moviendo sus jabitas. Se da a querer el condenado.
Lo que me tiene preocupado es que ya se coge casi toda la calle y los carros y motos ya le pasan por arriba. Eso debe dolerle aunque no se queje.
Quise hacer una foto al atardecer y levantaba sus sacos y cajas de cartón para salir en el encuadre. Se reía el muy bobo y también yo. ¡Tiene cada cosas ese muchacho! No tuve alternativa, tuve que hacer la foto con él como protagonista.
Insistió, niño al fin, en que le mostrara la foto. El mismo ahuyentó tres gatos que jugaban sobre él y buscaban ratones. Le hice saber que debía entrar a la casa y hasta pucheros hizo. Insistió y al ver mi rechazo montó una perreta, lo que sumado a los vientos de Nordeste, me llenaron la entrada de basura. ¡Ay Basi, eres mucho Basi!

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights