Por Víctor Ovidio Artiles ()
Caibarién.- Ayer fue el día del ingeniero. Desde el viernes lo supe y me preguntaba cómo pasaría el día. Me desperté y lo segundo que pensé fue que ya era el día del ingeniero… lo primero fue lo extraño que volviese a tener electricida
No hubo nada especial, además de la corriente, en mi despertar, solo el café, el cigarro «suave», el afeitado, el medio litro de orina por el refresco Zuko de anoche y la recogida de jabas que vuelan desde el basurero. Por la calle nadie me felicitó y los entiendo. También ellos tienen sus problemas, pensé.
Hasta este instante sigo sin verle ventajas a ser ingeniero. Nadie te regala este día, ya sea por costumbre, por temor a que lo ponche en el examen, por una nota mejor, por una placa de tórax, por una muela empastada, por hacer de la vista gorda por el paquete de carne, por no aplicar una multa… cosas así.
Debo reconocer que en mi niñez nunca quise ser ingeniero. Quise ser actor, Juantorena, guerrillero, pelotero, pintor, cantante de rock. Luego quise ser turista, presidente, periodista. Con el paso del tiempo, y debido a las malas atenciones, he querido ser médico, abogado, coronel de la policía, dueño de MIPYME, reguetonero… cosas así.
Pero no. Por lo que sea, me hice ingeniero. No nací así. Me tuve que hacer y para hacerme tuve que estudiar 18 años. Un día me entregaron el título y no me dio tanta alegría como a otros. Unos dos años después, mi título se puso carmelita y no entendí por qué.
Cuando aprendí lo de la pirámide invertida y me supe en la punta, arrente al piso, casi clavado por la punta, entendí que la ingeniería solo me serviría para saber que el volumen de una pirámide es el tercio del área de la base multiplicado por su altura. Estoy jodido pero al menos me sirve para ese tipo de guanajeras.
Leí que los ingenieros utilizan el conocimiento de la ciencia, las matemáticas y la experiencia para encontrar las mejores soluciones a los problemas concretos, creando los modelos matemáticos de los problemas que les permiten analizarlos rigurosamente y probar las soluciones.
Yo, con casi 34 años de graduado he intentado resolver mis problemas concretos y no lo logro… mi concreto tiene demasiado cemento P350.