CUANDO LA VIDA NO VALE NADA

PORTADACUANDO LA VIDA NO VALE NADA

Por Anette Espinosa ()

La Habana.- Una persona murió y casi 70 resultaron heridas al volcarse un camión en el término municipal de Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camagüey, en uno de esos hechos a los que los medios cubanos llaman accidentes y que no lo son tanto.

Según versiones oficiales, el chofer del camión perdió el control del mismo, que se volcó a la cuneta, de donde fueron evacuados los heridos, de diferente gravedad, y llevados a policlínicos y hospitales del municipio y la provincia.

Accidente masivo en Santa Cruz del Sur con un fallecido - Juventud Rebelde - Diario de la juventud cubanaLas fotos son tremendas: un camión viejo, muy viejo, de esos que solo circulan en un país como Cuba, remodelado para transportar pasajeros, cuando en realidad no reúne las condiciones para eso, ni fue fabricado con esos fines.

El vehículo debe tener, tranquilamente, unos 70 años de explotación, y se convirtió en un medio de transporte de pasajeros porque en Cuba no hay ómnibus, así literalmente. En lo que antes se llamaba bases de ómnibus a veces no hay ni un vehículo de este tipo, y cuando encuentras alguno, está montado en burros, porque no tiene gomas, o le falta el motor, o no tiene combustibles.

Ante la necesidad, siempre apremiante de moverse, los cubanos de Camagüey, o de Santiago de Cuba, por mencionar dos lugares, apelan a estos vehículos que, en la mayoría de los casos, tienen motores nuevos, lo mismo que las cajas de velocidad, pero todo lo demás es un invento tipo Frankestein, sin condiciones para transportar personas.

Camión se impacta contra una vivienda en Las TunasEstos camiones funcionan porque el gobierno no tiene más opción que permitirlo, porque sus dueños compran a los que trabajan en los llamados somatones, y porque hay una policía de tránsito tan corrupta que permitiría que transitaran, aunque tuvieran 500 años.

Lo cierto, subir a uno de estos vehículos es como entrar al corredor de la muerte. Y no me refiero solo a los camiones, sino a los almendrones que aún se utilizan como medios de transporte en esta capital y otras ciudades de Cuba.

Pueden tener un motor y una caja de velocidad nuevos, de Peugeot, Toyota o Hyundai, pero es como ponerle un corazón nuevo a un anciano y ponerlo a correr, sin tener en cuenta sus caderas, las rodillas, el tobillo o la visión.

Pero esa es Cuba, porque en Cuba los Castro, el Díaz-Canel de turno y los ministros y generales se mueven en autos modernos, de gama alta, muchas veces blindados, y escoltados por cuerpos policiales que les abren la vía para que ningún otro vehículo le vaya a impactar.

Cuba | Antique "almendron" car in La Habana, Cuba | Pedro Szekely | FlickrLa culpa de todo la tiene el castrismo. Salvo algunas Yutong que aún deben a China, en los últimos 35 años a Cuba no entró ni un ómnibus que no tuviera destino el turismo. Solo hay transporte seguro para los visitantes extranjeros, y que los cubanos mueran por cientos cada año por hechos que pueden evitarse.

Ahora mismo, en ningún país del mundo, ni en Haití ni en naciones pobres de África, circulan camiones ni autos anteriores a 1980. Los fabricados antes de 1960, si acaso, se encuentran en museos, o están en manos de algún coleccionista en Estados Unidos o en la Europa de lujo. Cualquier persona no puede manejar un Chevrolet de 1953, por ejemplo, porque tenerlo y hacerlo caminar conlleva muchas pruebas, muchas garantías y un seguro alto.

Choferes de Omnibus GirónEn Cuba es normal ver a medio centenar de personas sobre una carreta, halada por un tractor, sin condiciones algunas para el transporte de personas, cuando no sean unas barandas de hierro, que se convierten en las primeras armas mortales en caso de accidente.

El primer culpable de todo esto fue el sátrapa mayor, Fidel Castro, quien se negó siempre a venderle vehículos a las personas, una estrategia que siguió su hermano cuando tomó el poder y que le impuso a Miguel Díaz-Canel cuando le dijo que asumiera de supuesto presidente.

Ahora, después de darle para atrás y para alante a la venta de vehículos, vuelven a autorizar a los diplomáticos y a los que trabajan para el gobierno en el exterior, a que importen vehículos. Los cubanos normales también pueden hacerlo, pero poner un Hyundai en Cuba sale más caro que comprar un Hummer en Canadá, por ejemplo. O un Lamborgini en París.

El vuelco de una carreta cargada de personas deja dos muertos en Las Tunas | DIARIO DE CUBAAun así, se ven vehículos de estos en esta Habana nuestra, pero los dueños son de sangre azul o esos testaferros del régimen que pululan por ahí.

Los cubanos comunes nacimos sin derecho a tener un auto, ni a viajar jamás en un vehículo cómodo, diseñado para transportar pasajeros, como ocurre en Honduras, México, Bolivia o en las zonas más intrincadas de Brasil o la India.

Nieto de Fidel Castro se disculpa por polémico vídeo conduciendo un MercedesPor ahora, responsabilizo al castrismo de cada muerte en accidentes como en el de Santa Cruz, o de los traumas que dejan estos hechos en los heridos o en los familiares.

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