Por Lisbet Mejías.
Aventura, Fl.- He sido muy crítica con la oposición rosa aunque no han pasado por inadvertidos esos músicos cubanos que se benefician de vivir en el exilio de Miami donde con frecuencia desaprovechan las tribunas públicas y sus seguidores para dar un mensaje claro: el problema es la Dictadura y que tenemos derecho a la rebelión.
Pero no. La tesis de NO mezclar música popular con la política es la justificación divina de todos ellos y cuando ya el nivel de crítica es fuerte o en buen cubano «se le pone el dedo». entonces sí se deciden a gritar la consigna ‘abajo la dictadura’, muchas veces entre dientes y bajito, una sola vez y después a seguir guarachando tal y como lo acaba de hacer Alexander Delgado en una presentación en el Bay Front Park de la ciudad de Miami con motivo del Fin de Año el pasado 31 de diciembre.
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No es la primera vez que le ordenan arreglar el desastre. Ya lo había hecho anteriormente en el Free Cuba Fest organizado por Umbrella Art Foundation y dirigido por Ana Olema el 10 de octubre del 2020 en el Miami Marine Stadium.
Delgado fue trending en las redes cuando se le vio llorando de emoción en el recién concierto de Bebeshito mientras sonaba una canción del ya desaparecido Taiger. La gente no se cuestionó por qué el afamado reguetonero, quien jamás se quita las gafas de Sol como parte de su imagen, en ese momento ejecuta el mismo performance de todos, y las levanta para dejar ver sus lágrimas de cocodrilo en un evento organizado por hijos de testaferros de la dictadura en pleno corazón el exilio.
Ya sabemos que se llenó ese concierto enfilando los bafles repetitivos de consignas y canciones dirigidas a que los cubanos se desenfoquen de lo que realmente importa: la necesidad imperiosa de la libertad de Cuba, pero en cambio se proyectó el hombre nuevo en el exilio y su apatía a la política referente a su lugar de origen.
Entonces para componer y quedar bien con las críticas y con algunas organizaciones que lo amparan se necesita dar la imagen de al menos oponerse a algo, entonces todo indica que a Alexander Delgado no le ha quedado más remedio que complacernos.
Pero no, nos equivoquemos. Este señor es el mismo que en la Ciudad Deportiva de La Habana felicitó al dictador novato de turno, Miguel Diaz Canel, y lo llamó presidente cuando nadie había votado por él. Pero la exclusividad de llevar a la cantante italiana Laura Pausini hizo que todo lo relacionado al concierto efectuado en junio del 2018 pasará a un segundo plano, cuando la esclavitud perpetua programada para Cuba debió ser prioridad.
Si, Alexander Delgado, el mismo que contribuyó musicalmente a componer el bodrio anticonstitucional cubano de Patria y Vida junto al ex Orisha Yotuel Romero y su esposa Beatriz Luengo. Con dicha canción, que no solo se pretende borrar la palabra Libertad, se ha pretendido en más de una ocasión venderla como himno, cuando Cuba ya tiene su Bayamesa que, a todas luces, también quiere ser borrada.
Así que Alexander Delgado no convenció a nadie con su Abajo la Dictadura en el Bayfront Park de la ciudad de Miami cuando despedía el 2024, donde más allá de calmar los ánimos y demostrar su «postura política referente a Cuba», lo evidente era seguir guarachando tal y como lo acaba de hacer en dicha presentación. Ni dos segundos duró esa consigna en medio de tanto culipandeo.
Y no me vengan con que los artistas famosos no usan los conciertos para denunciar lo que afecta a su público sin dejar de bailar o hacerles coro. Hay memoria muy corta en este exilio. Celia Cruz universalmente famosa, y más que estos artistas de quinta categoría, no desaprovechó jamás una oportunidad para tocar la crítica a la dictadura. Lo mismo hicieron en sus inicios Willy Chirino, y otros artistas cubanos.
Más recientemente hemos visto incluso artistas como el mítico Juan Gabriel y el puertorriqueño Farruko gritar alto y claro por la libertad de Cuba, y en el caso del boricua ser literalmente hiriente con una playera donde se leía bien claro «Díaz-Canel Singao», obra maestra del rapero cubano Aldo; ¡este último sí que es harina de otro costal!
Es más, los artistas de izquierdas sí lo hacen y mucho y los aplauden, y nadie los cuestiona. Ah, pero en el caso Cuba: ‘Cuidado que te doy pau pau como decían nuestras abuelas’.
Tal parece que Alexander Delgado quiso componer su silencio al participar en el concierto de Bebeshito apoyando las basuras que abiertamente vienen con el hedor de la dictadura.
Si Alexander Delgado tuviera al menos una instrucción en cuanto a derechos constitucionales sabría que como cantante muy seguido tiene un deber cívico que cumplir: Darle visibilidad y voz a sus paisanos marginados y esclavizados por una dictadura. Pero esto es mucho pedir a este tipo de hombre nuevo, porque si comió él, comió La Habana. Por eso sigo con el dedo puesto arriba de toda esta lacra.
#MuyFuerteTodo.
Lisbet Mejías es youtuber y dirige el proyecto Generation New Republic cuya causa es restituir el hilo constitucional, restaurar la república y verla funcionando con los tres poderes divididos: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. La Resistencia está comprometida en ver la República de Cuba independiente, tal como soñara nuestro apóstol José Martí.
Dios, Patria y Libertad
