Por Anette Espinosa ()
La Habana.- Los medios se valen muchas veces de titulares engañosos para vender, y este es uno de los casos, pero les juro que el primer ‘manipulado’ fui yo cuando leí aquello de que los vecinos de Tenerife viven con la incertidumbre de que los techos caigan sobre sus cabezas.
Al momento me vinieron a la cabeza un montón de interrogantes: ¿Tan mal anda España que la gente de Tenerife corre esos riesgos? ¿Cómo es posible que las islas Canarias reciban cada año a miles de inmigrantes africanos y el gobierno local no tenga dinero para resolver esos problemas? ¿Por qué emigran hacia el lugar los cubanos, con tantos sitios seguros de este mundo a donde ir?
Solo fue momentánea la confusión, porque al instante me di cuenta de que no se trata de Santa Cruz de Tenerife, sino de la calle Tenerife, en la barriada de los Sitios, en plena capital cubana, donde hay un edificio declarado inhabitable desde 1969 y donde aun, 55 años después, viven personas.La dirección exacta es Tenerife #62, entre Antón Recio y Figuras, Los Sitios. En aquel lugar las personas se acuestan cada día con una espada de Damocles colgando sobre sus cabezas, porque no tienen la certidumbre de que vayan a tener un amanecer normal al día siguiente.
Los techos pueden caer en cualquier momento. Lo mismo que las paredes, y muchos de los que sobrevivien allí pueden perecer. Y lo peor del caso es que no hay solución. El gobierno, que pudiera haber resuelto todo eso, ha estado enfrascado desde hace muchos años en levantar hoteles tras hoteles, en edificar casas para sus dirigentes, como la que construyen ahora para el secretario de organización del partido comunista, Roberto Morales Ojeda, en la zona del Palacio de las Convenciones, porque a ese es al que tienen reservado para sustituir, supuestamente, en 2028 a otro dechado de la dictadura, Miguel Díaz-Canel.Sin embargo, no son solo los vecinos de Tenerife 62 los que viven con la incertidumbre de ser sepultados por sus propias casas, sino decenas de miles de personas en la capital y hasta en algunos otros sitios del país, ante la imposibilidad de adquirir materiales para reparar una casa, o levantar una nueva. Para poner un ejemplo: con un salario de un maestro en un mes, solo se pueden comprar dos sacos de cemento.
Aquello que dijo el impuesto presidente de levantar una vivienda y media por municipio en un día, fue un onanismo total, que nadie se creyó y que ha pasado a formar parte de sus frases más icónicas. Claro, ni él ni ninguno de los de la cúpula, o de la dirigencia a cualquier nivel, tiene problemas de vivienda.¿Hasta cuándo seguirá Cuba así? Hasta que los cubanos nos llenemos de dignidad y saquemos a la banda de ladrones que dirigen al país del poder. Solo entonces, esos de Tenerife podrán soñar con tener una vivienda nueva, o al menos una que no vaya a caer sobre sus cabezas en cualquier momento, entre otras cosas.
