Por Carlos Carballido ()
Dallas.- A medida que se acercan las festividades navideñas, en Estados Unidos especialmente, muchas personas se ven envueltas en un torbellino de alegría y celebración. Sin embargo, detrás de la fachada de luces brillantes y reuniones familiares, se oculta una realidad más oscura: el impacto psicológico negativo que la Navidad puede tener en una parte significativa de la población.
Según un estudio de la Asociación Americana de Psiquiatría, aproximadamente un 38 por ciento de los estadounidenses experimentan un aumento en la ansiedad durante la temporada navideña. Este fenómeno se atribuye a diversas causas, incluyendo la presión social para socializar, las expectativas familiares y el estrés financiero asociado con las compras de regalos. La misma fuente indica que el 64 por ciento de las personas siente que la Navidad es más estresante que placentera ( entre ellos me encuentro).
El estrés financiero es el otro gran factor crítico. La encuesta de la firma de investigación de mercado, Deloitte, revela que el estadounidense promedio gastará alrededor de mil 500 dólares en compras navideñas, lo que puede llevar a preocupaciones significativas sobre deudas y gastos. De hecho, un 27 por ciento de los encuestados indicó que se siente abrumado por las deudas acumuladas durante la temporada festiva. Deudas que se suman a tarjetas de crédito de por si ya infladas pero que se siguen utilizando para responder a invitaciones o reuniones familiares con el regalo de turno.
Por si esto no fuera poco, la soledad y el aislamiento son problemas que se intensifican durante las fiestas. Un informe del Instituto de Salud Mental de EE. UU. señala que el 24 por ciento de las personas solteras se siente más sola durante la Navidad, y el 61 por ciento de los adultos jóvenes afirma que las festividades les recuerdan a seres queridos que han perdido, exacerbando sentimientos de tristeza y depresión.
Las estadísticas sobre la salud mental en esta época del año son preocupantes: según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las tasas de suicidio aumentan en diciembre, alcanzando su punto máximo en las semanas posteriores a las festividades. Aunque la Navidad puede ser un tiempo de alegría para algunos, para otros, representa un periodo de profundo dolor emocional.
Las organizaciones de salud mental están tomando medidas para abordar este fenómeno. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio, por ejemplo, reporta un incremento del 30% en las llamadas entre noviembre y enero. Esto sugiere que, aunque la Navidad puede ser un tiempo de celebración para algunos, también es un periodo de crisis para muchos.
La sociedad parece no estar interesada en reconocer estos patrones por lo que es cada vez mas difícil trabajar hacia una mayor empatía y apoyo durante esta temporada que permitan darle a las Navidades una verdadera salud mental.
Las campañas de concienciación y los recursos de salud mental deben ser promovidos, para que quienes sufren en silencio sepan que no están solos y que hay ayuda disponible. Pero lamentablemente esto no es así ni es interés de los patrones comerciales de la temporada.
La Navidad, con su mezcla de alegría y dolor, es un recordatorio de los complejos matices de la experiencia humana. Al reflexionar sobre el verdadero significado de estas festividades, es fundamental que no olvidemos a aquellos que enfrentan desafíos emocionales y psicológicos. Mientras las Navidades no regresen a la razón de por qué surgen, estos problemas que cito seguirán en tendencia creciente para los próximos años.
La esperanza y el apoyo pueden ser los mejores regalos que se ofrezcan en esta temporada. Mas allá de un regalo costoso. Sin embargo este último es el deseado y los promocionado por la sociedad actual.
Cristo, la verdadera razón de la Festividad, se dice que nació en un pesebre debido a la pobreza de su familia. Mas allá de la leyenda, este punto parece que nadie quiere recordarlo.
*Fuentes:*
– Asociación Americana de Psiquiatría (APA)
– Deloitte Consumer Spending Survey
– Instituto de Salud Mental de EE. UU.
– Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
– Línea Nacional de Prevención del Suicidio