Por Yoyo Malagón (Enviado Especial)
Doha.- Vinicius es The Best. El jugador que debió ganar el Balón de Oro, al mejor futbolista del mundo de la pasada temporada, se lleva otro trofeo no menos importante, aunque tal vez ni a él ni a sus seguidores les sirva de consuelo.
Pero así es el deporte: se gana y se pierde. Cuando caes, toca agachar la cabeza y trabajar más, en busca de otras oportunidades, porque el deporte suele dar segundas opciones y se trata de aprovecharlas. Y eso fue lo que hizo el brasileño, que será titular mañana con su equipo en la final de la Copa Intercontinental, en el estadio Lusail, de esta capital, ante el Pachuca mexicano.
A Vinicius le siguieron en la votación el español Rodri, el ganador del Balón de Oro más gris de los últimos 15 años -y uno de los más inmerecidos de la historia, y el inglés del Real Madrid Jude Bellingham.
Vinicius arrasó en el voto popular, con más de un millón cien mil puntos, por apenas 264 mil y algo del ibérico del Manchester City, aunque en las votaciones de periodistas y entrenadores, estuvo por delante Rodri.
«Parecía imposible llegar hasta aquí cuando empecé a jugar con un balón. Es muy importante para mí estar aquí, en el mejor club del mundo. Ojalá siga aquí muchos años», dijo Vinicius tras recibir el premio, que lo coloca en la cúspide del mundo, de la cual es su jugador con más valor de mercado, según la web especializada trasfermarkett.
Vale recordar que el brasileño tocó la gloria gracias a su trabajo, a su carácter, a sus deseos de superación, luego de que fuera considerado poco menos que un meme, desde su llegada a España, y a fuerza de sacrificio y de intentarlo una y otra vez, se convirtió en la estrella del equipo blanco, y en su referencia en ataque.
Vinicius, quien suele reaccionar a agresiones y a cánticos de la grada y explota cuando los árbitros no se inmutan ante las agresiones que sufre en el campo, ha sido presa de la más atroz campaña de prensa de la historia, sin que hasta ahora se haya podido demostrar que haya ido alguna vez a agredir u ofender a nadie sin una provocación previa o una agresión.
Pero ser bueno, negro y del Real Madrid lo convierte en un blanco fácil para una parte de las aficiones en España, no así en la Champions, y en material para tertulias de televisión, radio y redes sociales.
Pese a eso, el brasileño los manda a callar a todos cada día, con actuaciones deslumbrantes y premios como el The Best.
Honor a quien honor merece, campeón.
