Por Joaquín Márquez ()
Bayamo.- Un niño de cinco años murió en Bayamo por presunta negligencia médica, mientras la dictadura castrista anuncia, con bombos y platillos, que envió otro contingente de trabajadores de la salud a Dominica.
Hay que buscar dólares en el exterior para mantener el estándar de vida de la clase gobernante, y para eso envían médicos, enfermeras y laboratoristas a otros países, en las cantidades que soliciten, pero en Cuba nadie se encarga de velar por la salud de los ciudadanos de a pie, los que no pueden asistir a los hospitales de La Habana, por ejemplo.
CUBA MANDA MÁS MÉDICOS A DOMINICA, MIENTRAS SE CAEN LOS HOSPITALES EN LA ISLA
La última víctima fue el pequeño Kevin Alejandro Cutiño León, un encantador niño de cinco años, a quien su madre llevó más de media docena de veces al Hospital Pediátrico de Bayamo, la capital de la provincia de Granma, y siempre lo regresaron a casa sin darle diagnóstico alguno.
Una y otra vez acudió la madre, Dayanis León, con su nené en brazo para que los médicos hicieran algo, pero nunca hicieron nada. Hasta que llegó el momento fatídico: acudió con su bebito, lo vieron tan mal que lo ingresaron, pero ya el daño era irreversible, y falleció.
Incluso, esa última vez, en lugar de mandarlo a una sala de cuidados intensivos, lo enviaron a una normal, a pesar de que se veía que estaba mal y de que los propios médicos tenían sospechas de que había agarrado un dengue.
A Kevin nunca le hicieron las pruebas que llevaba y no escucharon los médicos los pedidos de Dayanis de que lo mandaran a terapia intensiva, donde, supuestamente, los cuidados deben ser mejores.
Cuando la salud del niño se agravó definitivamente, entonces lo mandaron a la sala de terapia intensiva, pero ya era tarde. Solo duró 45 minutos el pequeño y falleció.
Ahora la madre, con todo su derecho, reclama justicia. Ella sabe que su pequeño hijo pudo salvarse, pero solo necesitó que alguien responsable se hiciera cargo de su diagnóstico, de su tratamiento, de seguir el procedimiento necesario, pero ese alguien nunca llegó.
Tal vez no llegó porque los pediatras están para Dominica, México, Venezuela, o cualquier otro de esos lugares del mundo a donde mandan a los mejores galenos, para que las cuentas de la dictadura crezcan y luego destinar ese dinero a construir hoteles para turistas que ya no vienen y que cada vez serán menos.
La muerte de Kevin Alejandro Cutiño León no puede quedar impune. Alguien tiene que pagar por ella y desde esta página apoyamos a su madre en el dolor y también en la fuerza para que lleve el caso hasta el final, porque la falta de profesionalismo de los médicos del lugar costó la vida de un niño de cinco años.
Muy bien se ve que Kevin no era hijo de los dirigentes del partido comunista, de los militarotes de la provincia y tampoco descendiente de Guillermo García. De haber sido así, desde el primer momento hubiera contado con todas las condiciones, incluso lo hubieran mandado para La Habana en helicóptero.
¡Los responsables tienen que pagar!