Por Carlos Cabrera Pérez
Majadahonda.- El sector civil del partido comunista y el gobierno teme una cacería de brujas orquestada por el primer ministro Manuel Marrero y el teniente coronel Raúl G. Rodríguez Castro (El Cangrejo) -que nunca da la cara, solo ordena- para usarlos como chivos expiatorios de la crisis sistémica que padece Cuba, según fuentes consultadas por El Vigía de Cuba.
“Todo el sector exterior de la economía está en manos de los militares, desde que el compañero Raúl sustituyó a Fidel por enfermedad; entonces, quiénes son los culpables de que la economía vaya tan mal”, cuestionó una fuente del partido comunista, que rehusó ser identificada y no teme ser removida de su puesto porque no desempeña un cargo significativo, aclaró.
Un diplomático europeo -con dilatada experiencia en asuntos cubanos- no se sorprendió con la purga temida por los civiles; «no es una novedad, es lo que ha venido haciendo periódicamente el régimen para sobrevivir, haciéndole creer a los ciudadanos que los culpables de su mala vida son funcionarios y no la revolución».
La fuente calificó de «parálisis» la posición del gobierno cubano, que ha «ido desperdiciando oportunidades de democratizar sin violencia» y ahora mismo «no tiene un plan claro para afrontar su crisis y los retos geopolíticos que le conciernen», subrayó.
Recientemente, El Vigía de Cuba reveló la pretensión de los militares de conseguir la cancelación de deudas a cambio de traspasar la propiedad de hoteles a acreedores internacionales, un plan que intentó sin éxito el general Luis A. Rodríguez López-Calleja.
El papel de la máxima autoridad formal del país, Miguel Díaz-Canel, sigue siendo una incógnita, incluso para funcionarios civiles, que no conocen el “alcance de su pacto con el compañero Raúl» para ascender a primer secretario del partido y presidente de la República.
Hasta la fecha, la conspiración atribuida a Marrero y Rodríguez se ha llevado por delante a dos ministros, que también eran vicejefes del gobierno, y al ideólogo del partido comunista; los dos primeros por supuestos errores en su gestión y del último se desconocen las causas.
Vamos a vivir una de las “purgas habituales y oportunistas, para ofrecer al pueblo a los supuestos culpables del desastre”; cuando realmente los “principales responsables son Raulito (Cangrejo) y Marrero, reveló un alto oficial del Farint.
«Raulito le pasa las señas a Marrero y este se mueve en esa dirección», lo que no sabemos es si el compañero general de ejército (Raúl Castro) está al tanto de sus maniobras», abundó.
En agosto, Marrero tuvo que aclarar unas declaraciones suyas sobre las importaciones de carros en la Asamblea Nacional, que provocaron el enfado del Cangrejo y su grupo, que controlan ese y otros negocios a través de testaferros residentes en Estados Unidos; método también usado por el primer ministro con abogados cubanos afincados en España y algunos empresarios españoles.
Hasta el momento, “amigos de Díaz-Canel parecían intocables, pero entre los caídos estarán varios de ellos”, avanzó, sin precisar a quiénes se refería y si la purga alcanzaría a Roberto Morales Ojeda, respaldado por el anciano Machado Ventura, pero salpicado por los escándalos de corrupción en Cienfuegos.
El llamado grupo de amigos del presidente está formado, en su mayoría por cuadros civiles, oriundos de Villa Clara, Holguín y Guantánamo, que han ido tomando posiciones en ministerios y organismos centrales, pero sin mando real en decisiones estratégicas.
En la llamada mafia de Cienfuegos -investigada por el comunicador Yamil Cuéllar- estarían involucrados la supuesta amante de Morales, Marydé Fernández López, casada con un teniente coronel identificado por las fuentes como Evelio, y su hermano Oscar Morales Ojeda, delegado del Ministerio de Turismo en la surcentral provincia y casado recientemente con una ciudadana extranjera; según datos del portal Molinos por la Libertad.
El 12 y 13 de diciembre, el comité central celebrará su noveno pleno ordinario, donde habrá que estar atento a las señales respecto a los movimientos de cuadros, como llaman el oficialismo a los truenes y ascensos de sus empleados; aunque puede que los cambios se vayan sucediendo poco a poco, como ha ocurrido hasta ahora; alertó la fuente partidista.
La intención de Morales Ojeda es nombrar a Fernández, ex primera secretaria del partido en Cienfuegos, como sustituta de Polanco, pero su opción no parece contar con el visto bueno de todos los involucrados.
Morales Ojeda ha «cogido fama de malo en tiempo récord y es una persona difícil, pero útil para la superioridad porque sabe cómo maltratar a cuadros intermedios, a los que llama la chusma», aseguró el funcionario partidista.
El reciente paso del huracán Oscar por el oriente cubano, donde causó siete muertos y cuantiosos daños materiales, sirvió al dúo Marrero-Rodríguez de excusa para destituir al viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella, achacándole la responsabilidad en el fallo de las comunicaciones del sistema de avisos, provocando situaciones de pánico y riesgo entre la población.
Curiosamente, a la ministra de Comunicaciones Mayra Arevich Marín no le pasó nada, “porque es una guardia de Gaesa, disfrazada de civil”.
Las destituciones de Alejandro Gil Fernández (febrero) y de Rogelio Polanco (final del verano) siguen sin ser explicadas, salvo rumores interesados sobre supuesta corrupción y traición a la patria; que se castiga con fusilamiento, y sería el caso del ex ministro de Economía. según las bolas difundidas por el tardocastrismo.
El pase del jefe ideológico y miembro del Buró Político a embajador en Viet Nam se hizo como si fuera un trámite normal e informado en la red social X, sin explicación alguna.
Por un lado, «apostamos por la comunicación social, pero las decisiones de calado no son suficientemente explicadas al pueblo», ni siquiera se han hecho vídeos sobre las destituciones de esos compañeros para, al menos, informar a la militancia, subrayó.
Además de la propaganda habitual del régimen, sus influencers a sueldo se esfuerzan por aparentar un país normal en las redes, ofreciendo imágenes de playas bonitas, restaurantes y fiestas; pretendiendo desconocer el caos eléctrico y el colapso económico y del turismo; y anunciando fantásticos planes de rescate de México y Rusia, que no van a arriesgar un céntimo en una causa ruinosa como Cuba.
Entre las dificultades cotidianas como los apagones y las «amenazas que vienen del entorno de Marrero, siempre a las órdenes de Rodríguez», varios compañeros hacen lo mínimo indispensable y dedican más tiempo a «adivinar las señas del dúo mandante que a ejercer sus responsabilidades», concluyó.
Los encontronazos entre la casta verde oliva y la enguayaberada no son nuevos, de hecho la inesperada e incomprensible designación de Marrero como primer ministro fue «una demostración de fuerza» del clan militar contra los burócratas del partido y el gobierno, pero Cuba no notó el cambio, salvo a peor, sostuvo el funcionario comunista.
