Por Manuel Viera
La Habana.- Primero se intentan suicidar cortándose la yugular con un cuchillo desafilado y ahora corren a intentar coser la herida. Es literalmente imposible hacer creer al mundo que la nota nunca existió. Que las alertas emitidas por las aerolíneas no sucedieron nunca. Que la nota rusa donde se reconocía el desabastecimiento de combustible JET A1 estaba equivocada. O que esto que fue sin dudas innecesario e irresponsable nunca afectó o afectará la temporada alta del turismo en Cuba.
Algo sí queda en evidencia una vez más: el secretismo no hace más que bajarles el calzón y el sistema de comunicación oficial cubano sigue sacando notas de desaprobado. Pero de un desaprobado que ni siquiera consigue poner el nombre en el examen.
¿Qué harán ahora? ¿Responsabilizarán a algún pez pequeño y lo pasaran por la guillotina? Porque lo del fake de los «enemigos de la Revolución » no cuela!