Buenos Aires.- Botafogo se proclamó campeón de la Copa Libertadores de América en el Estadio Monumental de esta ciudad, al vencer por 1-3 a Atlético Mineiro, en un partido en el que jugó con 10 hombres desde el minuto inicial.
A los 35 segundos de comenzado el choque decisivo por el título más importante de la Conmebol, Gregore le puso los tacos en la cabeza a Fausto y el árbitro no lo perdonó. Le mostró la roja y lo mandó al vestuario, para dejar a su equipo en una situación sumamente compleja.
Contar con un jugador menos puso al Botafogo contra la pared, y no tuvo más remedio que entregarle la pelota al rival y defender en espera de una oportunidad. Atlético Mineiro, además de la pelota, tuvo las mejores ocasiones, pero el primer gol lo marcó el rival, en el minuto 36, por intermedio de Luis Enrique.
El otrora jugador del Real Betis español aprovechó un rechace en el área rival y mandó la pelota a las redes y terminó por sembrar el miedo en el contrario, que cada vez entendía menos lo que pasaba y mucho menos porqué no acababa de anotar.
Ocho minutos más tarde, en el 44, Everson le hace penal a Luis Henrique, y el ex del Manchester United Alex Tellez, no perdonó y el partido de manera sorpresiva, se fue al descanso con el equipo que tenía 10 jugadores con ventaja definitiva, a pesar de que todos los demás indicadores, entre ellas una abismal diferencia en la tenencia de la pelota, estaban a favor del rival.
Sin embargo, los dos goles envalentonaron a los de Botafogo, quienes salieron confiados para la segunda parte y en apenas un minuto ya Mineiro había descontado un gol, por un soberbio cabezazo del chileno Eduardo Vargas, tras un saque de esquina botado por Hulk.
El equipo del barrio homónimo de Río de Janeiro aprendió con el gol de Eduardo Vargas, intentó cerrar todas las opciones al chileno, que no estuvo en su mejor día, y cuando el partido entraba en el séptimo minuto del alargue, llegó el 1-3 definitivo por intermedio de Junior Santos.
Para Botafogo fue su primer título de Copa América y dejó al Atlético Mineiro, que dirige el argentino Gaby Milito con los deseos de alzar por segunda vez el título continental.