Por Anamely Ramos
Miami.- El Ministerio de la Agricultura (Minagri), a las órdenes del Ministerio del Interior (Minint), como todo en Cuba, quieren desalojar a Isabel Urquiola, una mujer que con sus 77 años es más útil y feliz que todos los generales moribundos físicamente, y muertos hace rato espiritualmente, de su cúpula de poder tambaleante. Quieren hacerlo aprovechándose de la ausencia de sus hijos, a quienes ellos mismos desterraron.
El cinismo es tal que lo que alegan para tamaña bestialidad, es la no renovación del contrato de arrendamiento, cuando es a causa de la aberración del destierro que Omara Isabel Urquiola no está ahora mismo con su madre, con sus animales, con sus plantas.
¿Para qué quieren un pedazo de tierra en la cima de una montaña de Cuba, si tienen a un país entero en la miseria, sin electricidad, sin agua, sin nada? ¿Más tierra quieren? ¿En serio?
Cuba les ha quedado tan grande, que lo único que han atinado a hacer es destruirla. Cualquiera sentiría vergüenza pero ustedes no pueden sentirla porque no la tienen.
¡Ustedes no son los dueños del país! ¡Mucho menos de los cubanos! ¡Basta ya de violencia!
¡Yo quiero de verdad ver cómo van a subir al Infierno y a sacar a Isabel por la fuerza, criminales! ¡Yo quiero ver que reactivan los métodos sórdidos de la guardia rural, y muestran lo que realmente son: la peor plaga de Cuba, la peor desgracia desde que Colón puso un pie en nuestra Isla!
¡Cobardes!