Por Alian Aramis ()
La Habana.-
– Guau, guau, aúúú, guau, grrr.
– Encienda el traductor del podio compañero Chester que tenemos visita de los amos, van a evaluar la reunión.
– Les decía, buenos días, estamos aquí reunidos para elegir nuevo secretario del sindicato perruno.
– ¿Ay, qué le pasó al compañero Dálmata?
– Espera Chihuahua, deja el nerviosismo y déjame hablar. Ya sabemos por qué se estaba ausentando.
– ¡Lo sabía! Cayó en las drogas. Oye, me lo imaginaba, yo tengo un olfato pa eso.
– Que no Cocker, déjenme hablar.
– El compañero secretario fue atropellado por allá por La Virgen del Canino.
– ¡Ay nooooo! ¡Pobre! ¡Aúúú! ¡Aúúúúúúú!
– ¡Sit, sit! Cállense, ya está fuera de peligro. Aunque bueno, el compañero Dálmata se la vio con pespuntes negros. Lo que nos toca ahora es elegir nuevo secretario.
– O secretaria, déjense de perrimachismo.
– De acuerdo compañera Katy.
– Y Perry, que tengo nombre y apellido.
– Entonces, nos habían llegado varias propuestas pero miren, la compañera Blanquita es muy sata, eso puede traer problemas en las relaciones con sus compañeros y ya tenemos la mala experiencia del ex secretario Salchicha que era un perro caliente.
– Con permiso, ante todo bendiciones.
– Adelante compañero Pastor.
– Danke. Yo propongo a mi hermano el Pastor Belga.
– Nooo, ese tipo es tremendo huele culo, tiene muy malas pulgas y además cuando está en la cima se olvida del proletariado y todo le vale belga.
– ¡Chihui! Por muy querida que seas aquí si vuelves a hablar así sin levantar la pata y sin pedir el ladrido te saco.
– ¡Guau!
– O sea, te boto de aquí.
– Jnnn, jnnn, ay, lo siento, tú sabes que ese es mi carácter.
– Como ve señor Pastor, el Belga no cuenta con muy buena reputación.
– Menos mal que queda descartado porque iba a formar tremendo lío, te lo juro por Laika que Dios la tenga en el cosmos.
– ¡Chihui!
– Sorry, sorry.
– Sigo, la compañera Negrita era otra propuesta pero sabemos que se pasa las noches metiendo un perreo intenso y luego se ausenta o llega tarde. Por otra parte el compañero Gran Danés…
– Ese es un grande por gusto, además cuando fue jefe de almacén nos mordía durísimo con la jabita de estímulo. Al único que no pudo joder nunca fue al Chino, ese no tiene un pelo de bobo.
– De todas maneras, Chihui, yo lo que iba a decir era que queda descartado como propuesta, está muy ocupado preparando su película Ladrando bajo la lluvia para presentarla próximamente en el Festival de Canes. Solo nos queda…
– Chester, cállese un momento que va a hablar Valeriano.
– Rott.
– Eso mismo.
– No, no es lo mismo, tú nunca me has visto a mí haciendo una reconcentración.
– Acabe de hablar y no se deje interrumpir más compañero Weiler.
– Gracias Chester. Yo quería proponer al señor Buldog inglés.
– A ver, no está mala su propuesta, pero el compañero tiene una pasividad pasmosa y además se tiene que ir todos los días a las 3 para tomar el té. ¿Quién controla esto aquí hasta las 5 sin secretario? Después se forma el relajo y la gente se va temprano para estar detrás de alguna compañera ruina o correteando a las bicicletas. Na.
– Así mismo, el primero es el pelúo este, el que parece que comió chupa chupa de uva, que cuando no hay jefe sale echando después de almuerzo. Y con su cara muy dura como recoge sus chelines y nos pasa por alante a todos diciendo «Chau, chau».
– Gracias Chihui. Nos vamos quedando sin opciones. Pit Bull no está para dirigir, lo suyo es la música. Y este otro que me escribieron aquí no voy ni a mencionar su nombre, todos sabemos que lo suyo es llenarse los bolsillos e irse con tremendo bulterri.
Como les dije al inicio, contamos con la presencia de nuestros queridos amos, a quienes les estamos eternamente agradecidos por la atención veterinaria y el amaestramiento que nos brindan y, después de tanto discutir este tema con las masas, solo nos queda la propuesta que ellos nos traen: el compañero Canelo.
