Por Michel Hernández ()
Madrid.- He escuchado el nuevo disco de Carlos Varela, Nada es como antes, que saldrá en las plataformas el próximo viernes 22 de noviembre cuando se cumplen dos años del fallecimiento de su amigo, Pablo Milanés.
Lo he oído no una sino dos y tres veces y me he encontrado con Carlos Varela en las noches de La Habana y he mirado de frente el desarraigo que el trovador ha volcado sobre sus canciones para desprenderse tal vez del dolor de la distancia. Pero en Carlos ese ejercicio es estéril.
El trovador muestra con estas canciones que nunca se podrá desprender de sus obsesiones porque entre otras cosas la realidad a la que ha cantado no solo se mantiene como un cuadro sino que ha visto cómo sus conflictos se agudizan. Se cronifican.
El disco tiene nueve temas que recuerdan diversas etapas del trovador pero conservan algo en común: el interés por dialogar con las nuevas generaciones de cubanos, esos que van creciendo en la incertidumbre y el desasosiego del país al que Varela ha desmenuzado desde sus fondos con precisión quirúrgica.
Hay canciones que reúnen todas las condiciones para entablar un diálogo cercano con el oyente y otras en las que el trovador pone nombre y banda sonora al hastío. Es Varela frente a sí mismo lo que muestra este álbum. Varela frente a la interpretación que cada uno de nosotros tiene sobre el trovador. Con sus contradicciones y desvelos. Es el trovador que vuelve a unir sus partes en la prolongada distancia a partir de sus más diversas formas de interpretar la lejanía de su país, que en este momento tiene un mayor significado.
El disco fue grabado en Madrid, donde el músico se encuentra desde hace ya un tiempo y desde donde ha continuado su carrera. El disco es también un álbum en el que podemos reconocer a la persona que éramos cuando salieron albumes de la categoría de Cómo los peces. Una singularidad que he percibido en Nada es como antes es que podemos quedarnos con el Varela que queramos tras oír la diversidad textual y rítmica que muestra el disco.
Elefantes, Libre y Tú alma y la mía pueden ser algunas de las canciones que se conviertan en referentes de su regreso y del Varela que es hoy. Que no es el mismo pero es igual. Cómo el país al que canta desde el otro lado del océano.
Foto Cortesía Carlos Varela.