Por Mauricio de Miranda ()
Cali.- No se cuando será el día que quienes dirigen Cuba comiencen a respetar a los cubanos y a la inteligencia de los cubanos. Es evidente que no lo hacen, esa es una buena razón para decir que no nos sirven.
El nuevo ministro de Economía y Planificación de Cuba Joaquín Alonso Velásquez ha dicho sin recato alguno que «la economía cubana se está oxigenando» y que «si bien hemos tenido efectos negativos también tenemos efectos positivos». Luego dice que «en materia económica va mejorando el déficit fiscal, no todo lo que queremos pero el déficit va bajando, y ya vemos que empiezan a reaccionar determinados índices macroeconómicos que nos permiten avizorar que vamos avanzando en un proceso que siempre es dilatado de estabilización macroeconómica y que requerirá de otras medidas adicionales…»
Me gustaría decirlo alto y claro. La economía cubana no tiene oxígeno alguno y en gran medida eso es consecuencia de la adopción de medidas de política económica fallidas.
¿Cuál estabilización macroeconómica cuando la inflación se mantiene por las nubes y lo más importante con unos niveles de precio inaccesibles para los ingresos monetarios relacionados con el trabajo de la inmensa mayoría de cubanos?
¿Cuál estabilización macroeconómica si el déficit fiscal sigue siendo atendido solo con emisión monetaria?
¿Cuál estabilización macroeconómica si el país carece de un mercado cambiario legal y transparente y el gobierno insiste en no hacer absolutamente nada para establecerlo?
Pero ¿de qué clase de oxigenación está hablando el ministro cubano? ¿Con una industria paralizada? ¿Con una agricultura en coma? ¿Con unos ingresos por turismo que son considerablemente menores que en los años anteriores a 2018? ¿Con un sistema de transporte paralizado? ¿Con dos apagones generalizados en todo el país? ¿Con ancianos que no pueden asegurar sus condiciones de subsistencia con sus magras jubilaciones? ¿Con un país que está dependiendo de la FE (Familiares en el Exterior)? El silencio siempre es una mejor opción ante decir un disparate. Respete al pueblo, señor ministro.
Basta ya de contemplaciones con tanta incompetencia. El ministro de Economía no me parece una persona soberbia, debo decirlo. Me parece un hombre comedido, no lo conozco personalmente. Probablemente está diciendo lo que le han dicho que diga, pero también está la alternativa de callar o de negarse a decir algo que es a todas luces incierto. Sí son soberbios quienes dirigen el país y también incompetentes.
Hace unos días hablaba con un apreciado académico, muy reconocido, residente en la isla y me decía que le gustaba mi manera de decir las cosas porque yo no era estridente. Y si, no tengo nada que ver con la estridencia, pero todo tiene un límite. No se si con este post soy estridente o simplemente expreso el desespero por la impotencia frente a tanta negligencia e irrespeto por la sociedad cubana. Yo creo que es lo segundo y si lo segundo implica lo primero, no tengo problema para aceptarlo.
La economía cubana requiere «respiración asistida». Lo he dicho muchas veces, estamos ante la necesidad de una especie de Plan Marshall, pero si alguna vez logramos que eso ocurra no debería ser este gobierno quien lo administre. Sencillamente, no son confiables y no son competentes. Necesitamos un gobierno elegido democráticamente. Así de claro.
Que lo tengamos claro, 2024 será nuevamente un año de decrecimiento para la economía cubana. Eso es evidente, a menos que maquillen las cifras. Por cierto, ¿cuando es que van a publicar el capítulo de producción agropecuaria del Anuario de 2023?