Por Pucho Oroza ()
Varadero.- Otro partido en el Premier 12 para Cuba y otra derrota a nuestro récord. La selección nacional cayó de nuevo, esta vez por 8-4 ante Korea, para seguir en caída libre en eventos internacionales.
La estrategia de la dirección del equipo de «reservar» al astro Liván Moinelo para hoy no pudo salir peor, pues el pinareño de los Halcones de SoftBank finalizó con 2.0 entradas en las que recibió seis limpias, permitió cuatro hits, incluído un grand slam, negoció seis bases por bolas y recetó cuatro ponches para poner su efectividad en 27.0. Al final se perdió ayer, con Yera (a pesar de su buena faena) y hoy.
Sigue el equipo sin ofensiva, sobre todo, con corredores en posición anotadora. Llegaron a tener de 10-0 en esa situación, pues salvo los cuadrangulares hoy de Guibert y de Viñales, las otras dos carreras de Cuba habían sido por passball, ayer, e infield hits de Despaigne, hoy.
Para colmo salió por lesión Joan Moncada, tras recibir duro pelotazo.
Los cambios vinieron bien, se vió otra cara de Walters en segunda, Viñales demostró que tiene que jugar de receptor, aunque todavía hay que reformar la alineación, pues imposible que nuestro tercer bate, Arruebarruena, no tenga hits en dos juegos y tan sólo uno en dos ediciones de Premier 12.
Ahora toca ir a la tremenda, hay que derrotar, sí o sí, al gran favorito Japón, algo que a priori parece imposible; a Taipei, que ya nos ganó en 2015 y lleva dos victorias en este Torneo, así como a Australia. No hay de otra y aún así, no depende sólo de nosotros. ¡Cómo duele el béisbol cubano!