Por Edi Libedinsky ()
Buenos Aires.- En 1973, un momento capturado en la Sexta Avenida de Nueva York marcó un capítulo innovador en la historia de la tecnología de la comunicación. Jeanne Bauer, acompañada por John Mitchell, el ingeniero de Motorola responsable de la creación del teléfono móvil DynaTAC, caminó por las bulliciosas calles de Manhattan, exhibiendo el primer teléfono móvil de mano.
Este evento icónico, que tuvo lugar durante los primeros días de la tecnología celular, se considera a menudo el nacimiento de la era moderna del teléfono móvil.
El DynaTAC, desarrollado por Motorola, fue un dispositivo revolucionario para su época. Con un peso de casi 2.5 libras y una altura de aproximadamente 10 pulgadas, era un gran contraste con los teléfonos elegantes y de tamaño bolsillo que conocemos hoy.
Sin embargo, a pesar de su gran tamaño y limitada duración de la batería, el DynaTAC representaba el futuro de la comunicación, ofreciendo la posibilidad de que las personas hicieran llamadas en movimiento, sin depender de las líneas fijas. En ese momento, el teléfono solo podía soportar 30 minutos de conversación y tardaba alrededor de 10 horas en cargarse—lujos que parecían casi impensables para muchos. No obstante, marcó el comienzo de un enorme salto tecnológico que eventualmente moldearía el mundo de la comunicación personal.
El papel de John Mitchell en el desarrollo del DynaTAC fue crucial, ya que lideró el equipo de ingeniería que hizo realidad el dispositivo. La presencia de Jeanne Bauer en esta fotografía histórica resalta la importancia de estas primeras demostraciones, que llevaron la tecnología móvil fuera del laboratorio y a la vista del público.
Aunque pasaría otra década antes de que los teléfonos móviles estuvieran disponibles comercialmente, la demostración del DynaTAC señalaba la llegada de una nueva era en las telecomunicaciones, una que transformaría la forma en que las personas se conectaban, compartían información e interactuaban con el mundo.