Por Eduardo Díaz Delgado ()
La Habana.- Cuando le dieron el tiro a Trump (fue un roce) dije: Habemus Presidente. No había debate ni nada que pudiera contra eso. Hubo, además, un primer round con Biden que fue un paseo cósmico. El debate con Kamala estuvo bastante azul pero el final de: «por qué no has hecho nada de lo que has prometido si llevas tres años ahí», fue lapidario con el paso de los días.
Pero la barrida cósmica esta no esperaba que fuera tan obscena. Si bien tengo claro que como único los demócratas podrían haber ganado era desmarcándose del gobierno, y que la vicepresidente no puede hacerlo, es de suponer que hasta un ticket de tienda podría competir contra la administración actual y le iba a ganar o a pegar un susto, siendo un papelito.
Pues el abuelito Biden tiene un historial de papelazos que el NTV no cubrió nunca, como los errores de Trump, pero eso a los votantes de Estados Unidos no les pasa inadvertido. Como mismo cada vez que el Diazka habla inglés se tapa la cara hasta el Martí del peso, los americanos sentían vergüenza de Tutankamon y de que en medio de un discurso se fuera del estrado.
Que los republicanos solo hablarán de Trump y que los demócratas también no ayudaba mucho a Harris. Pero la paliza esta en las elecciones no sé si tenga precedentes: Ganar el voto femenino, el latino y haber peleado el Afro me parece un síntoma claro de victoria política del presidente electo contra una mujer afro y pro emigración latina.
Este resultado abrumador, que además se traduce en victoria en la cámara y el senado, traerá un gobierno tranquilo a Trump, sin tropiezos internos.
A Cuba, que no es problema de los ciudadanos de los Estados Unidos, le tocará remar, buscarse la vida y de entender que nuestro problema es interno y que el bienestar de nuestro país no puede depender del presidente de otro país.
Cuando nosotros podamos escoger gobierno y presionar para cambios en el gobierno, entonces tendremos opciones de corregir el rumbo desastroso que seguimos hoy.